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La diferencia clave de los mamuts mexicanos frente a los demás, según nuevos hallazgos

Un equipo de la UNAM descubrió que los mamuts colombinos que habitaron el centro de México tenían un linaje genético único, distinto al de los ejemplares de Canadá y Estados Unidos.

La diferencia clave de los mamuts mexicanos frente a los demás, según nuevos hallazgos

CIUDAD DE MÉXICO.- En el continente americano habitaron dos especies de mamuts: el lanudo, propio de las zonas más frías del norte, y el mamut colombino, que se extendió hacia regiones más templadas. Hasta hace poco, el conocimiento genético de este último se limitaba a ejemplares hallados en Canadá y Estados Unidos, lo que ofrecía una visión parcial de su diversidad.

Un hallazgo que cambia la historia

Sin embargo, un hallazgo en México abrió una nueva ventana a la historia de estos gigantes. Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), junto con un equipo internacional, realizaron un análisis paleogenómico de restos encontrados en la Cuenca de México. Los resultados duplicaron la información genética disponible hasta ahora.

El estudio, publicado en la revista Science, reveló que los mamuts colombinos que habitaron el centro de México tenían un linaje materno distinto al de sus parientes del norte. Este descubrimiento cuestiona teorías previas sobre su evolución y dispersión en el continente.

ADN con identidad mexicana

El análisis se basó en 61 genomas mitocondriales extraídos de restos localizados en Santa Lucía y Tultepec, zonas donde se han recuperado miles de fósiles durante la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Tan solo en ese sitio se hallaron al menos 110 ejemplares de mamut, lo que permitió ampliar significativamente la muestra genética.

Los investigadores identificaron un nuevo clado genético, denominado 1G, exclusivo de los mamuts mexicanos, el cual se subdivide en tres ramas. La divergencia con respecto a los linajes de Canadá y Estados Unidos es tan marcada que se calcula ocurrió hace más de 400.000 años, mucho antes de la separación entre el mamut lanudo y el colombino.

Este hallazgo demuestra que los mamuts mexicanos no eran simples migrantes del norte, sino que tenían una historia evolutiva propia, marcada por la adaptación a ambientes distintos y con una diversidad genética que no se había registrado hasta ahora.

Una vida en familia

El estudio no solo se limitó al ADN. También analizó la composición de los restos en cuanto a sexos. En Siberia, los fósiles corresponden en su mayoría a machos solitarios, mientras que en México se encontró una proporción casi equilibrada entre hembras, machos y crías.

Esto sugiere que los mamuts colombinos vivían en grupos familiares más grandes y diversos, una organización social diferente que pudo estar vinculada a los retos ambientales de la región. Los investigadores consideran que esta estructura les dio ventajas para sobrevivir en un ecosistema más complejo y variable.

Además, la comparación con los mamuts lanudos de Eurasia muestra que, aunque eran especies cercanas, su comportamiento y organización social respondían a condiciones ambientales muy distintas.

Gigantes del Pleistoceno

Los mamuts colombinos alcanzaban más de cuatro metros de altura y podían pesar alrededor de diez toneladas. Sus enormes defensas, de hasta cinco metros de largo, eran uno de sus rasgos más impresionantes. Los restos más recientes encontrados en México datan de entre 12.000 y 20.000 años, hacia el final de la última era glacial.

El análisis genético sugiere que estas poblaciones mantuvieron un tamaño reducido pero estable durante los últimos 40.000 años. Esto habría favorecido cierta endogamia, reflejada en ejemplares con malformaciones. Aun así, la especie logró persistir durante milenios en un entorno cambiante.

El descubrimiento confirma que México fue un territorio clave para la historia de los mamuts, no solo como lugar de paso, sino como escenario donde desarrollaron una identidad biológica y social propia.

Nuevas rutas de investigación

El equipo de la UNAM logró obtener ADN mitocondrial completo de 61 muestras, de las cuales 28 alcanzaron alta resolución. Sin embargo, los científicos explican que el siguiente paso será analizar el ADN nuclear, que puede dar pistas más precisas sobre migraciones, mezclas genéticas y las causas de su extinción.

Según Rigoberto Padilla Bustos, miembro del equipo, el objetivo es reconstruir de manera más detallada la historia evolutiva de los mamuts que habitaron la Cuenca de México. Este tipo de estudios también puede aportar claves para entender cómo las especies enfrentan cambios ambientales drásticos.

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El hallazgo no solo reescribe la historia de los mamuts en América, sino que también refuerza la importancia de México como un punto central para el estudio de la megafauna del Pleistoceno.

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