ESTADOS UNIDOS-. En redes sociales circula un video que ha dejado a miles entre la risa y la incomodidad.

Una madre decidió hacer una serie de confesiones durante la comida familiar y revelar a sus hijas lo que realmente había pasado con algunas de sus mascotas de la infancia.

Una comida que se convirtió en confesionario

En la grabación se observa a una familia reunida a la mesa: madre, padre y dos hijas.

De pronto, la madre anuncia que es momento de sacar ciertas verdades a flote y comienza dirigiéndose a una de las niñas:

“Chicas, ahora que están en edad, hay algo que les quiero decir. Voy a empezar contigo. ¿Recuerdas a Furny?”

La hija asiente, y entonces llega la confesión: “Él no fue a una granja, él murió”.

La niña se queda en silencio, mirando al horizonte, mientras su padre intenta suavizar el momento, pero la madre lo interrumpe con un tajante: “Detente, ella ya es mayor”.

Luego, dirigiéndose a la otra hija, suelta otra revelación: “Garfield el gato y Peter el pato fueron comidos por coyotes… ellos no sufrieron”.

Ante esto, la pequeña responde con una frase que se volvió viral: “Pero yo estoy sufriendo”.

Las reacciones en redes

El video, que ya acumula más de 63 mil reacciones, provocó un alud de comentarios divididos entre el humor y la crítica.

Algunos usuarios señalaron: “No hay razón alguna para volver a traer esto a la mesa… o grabarlo y postearlo”.

Otros cuestionaron la decisión: “¿Por qué ellas debían de saber esto?”, mientras que no faltó quien resumiera la escena con ironía: “La madre despertó aburrida”.

El momento, a medio camino entre lo cómico y lo cruel, ha desatado un debate sobre cómo los padres manejan las verdades incómodas con sus hijos… y si realmente era necesario revelarlas frente a una cámara.