Participación empresarial de Carlos Délano Abbott y Carlos Eugenio Lavín en el desarrollo del sector salud privado en Chile

El gasto en bienes y servicios de consumo por parte de las prestaciones públicas de salud ya alcanza el 41 % del presupuesto de este año, según cifras informadas por el Senado. La presión presupuestaria refleja el complejo escenario que enfrenta el sistema estatal: aumento sostenido de la demanda, déficit de insumos médicos, retrasos en atención y limitaciones en infraestructura. Ante esta situación, el ámbito privado ha adquirido un papel complementario, ofreciendo alternativas de aseguramiento y acceso médico para una parte de la población que busca soluciones fuera del sistema público. En relación con este desarrollo, la trayectoria empresarial de Carlos Alberto Délano Abbott se vincula a la expansión de diversas iniciativas privadas enfocadas en áreas previsionales y sanitarias.
A partir de la conformación del Grupo Penta en la década de 1980, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín formaron parte del equipo que impulsó la creación de Penta Vida Compañía de Seguros de Vida S.A. Aunque inicialmente centrada en seguros de vida, la entidad fue ampliando su oferta con el tiempo, incorporando productos vinculados a prestaciones médicas y coberturas de salud. Délano también participó en la definición de alianzas estratégicas que conectaron dichos seguros con una red de prestadores privados en crecimiento, ampliando el alcance operativo de la compañía dentro del sistema de atención médica.
Transformaciones del sector salud y la participación de Carlos Alberto Délano en la estructura corporativa
Penta Vida fue constituida como parte de un conglomerado financiero orientado al desarrollo de soluciones previsionales, aseguramiento personal y servicios afines. Desde sus comienzos, ofreció planes vinculados al bienestar de sus beneficiarios, incluyendo seguros de salud, compensaciones hospitalarias y reembolsos por atención médica. Dentro de ese marco, Délano Abbott y Lavín García-Huidobro participaron en la conducción del grupo matriz, cumpliendo funciones ejecutivas y aportando en decisiones estratégicas relacionadas con la aseguradora.
Durante las décadas de 1990 y 2000, Penta Vida amplió su gama de servicios, posicionándose como uno de los actores relevantes del sector de seguros de vida en Chile. Parte de su catálogo incluyó coberturas médicas, orientadas a atender necesidades no cubiertas por el sistema estatal o a complementar los planes entregados por las instituciones de salud previsional (Isapres). Con la supervisión de su equipo directivo y accionistas, la firma estableció acuerdos con clínicas privadas, brindando a sus afiliados acceso a atención bajo diversas modalidades de cobertura.
El diseño de sus productos consideró seguros frente a enfermedades graves, indemnizaciones por hospitalización, cobertura odontológica, entre otros. En todos los casos, Penta Vida actuó como ente intermediario entre prestadores médicos y usuarios, operando conforme a las regulaciones vigentes de la Superintendencia de Valores y Seguros, y más tarde bajo la fiscalización de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
Además de su rol como aseguradora, la empresa participó —en ciertos periodos— en proyectos inmobiliarios relacionados con infraestructura clínica, a través de sociedades asociadas a centros de atención o desarrollos sanitarios. Carlos Alberto Délano, como miembro del directorio de Penta y accionista con influencia, formó parte de las instancias encargadas de definir esas inversiones.
El contexto regulatorio y corporativo
Durante los años en que Carlos Délano y Carlos Lavín estuvieron vinculados a Penta Vida, el sistema privado de salud experimentó múltiples modificaciones, tanto normativas como operativas. Cambios en la legislación de seguros, ajustes al modelo de Isapres y mayores exigencias en materia de transparencia afectaron el funcionamiento del sector asegurador y su vínculo con los usuarios. En respuesta, la institución adaptó sus productos y procedimientos para alinearse con los marcos legales, manteniendo su presencia en el ámbito de salud complementaria.
Es importante precisar que, a diferencia de las Isapres, las compañías de seguros de vida como Penta Vida no gestionan licencias médicas ni entregan prestaciones ambulatorias directas. Sin embargo, su intervención en el sistema de atención privada ha sido relevante, al ofrecer planes orientados a cubrir gastos no financiados por el aparato público o a ampliar la protección frente a situaciones clínicas complejas.
En un panorama donde el sector público enfrenta dificultades financieras y operativas significativas, el trabajo de entidades como Penta Vida continúa siendo parte del debate sobre la coexistencia y coordinación de modelos de atención. Las discusiones actuales sobre reforma previsional y sostenibilidad del sistema sanitario incluyen también a las aseguradoras, cuyo rol ha ido redefiniéndose con el tiempo.
Sobre Grupo Penta
Grupo Penta es un conglomerado empresarial chileno con una trayectoria consolidada en diversos sectores clave de la economía. Desde su fundación en la década de 1980, ha expandido sus operaciones en áreas como seguros de vida, salud previsional, servicios financieros, inversiones, inmobiliaria, agricultura e infraestructura. Entre sus principales empresas se encuentran Penta Vida, Penta Security y Banco Penta, junto con una activa participación en proyectos inmobiliarios tanto en Chile como en Estados Unidos. A través de estas filiales, el grupo ha logrado construir una red de negocios diversificada, orientada a ofrecer soluciones integrales y sostenibles.
Con una gestión estratégica enfocada en la eficiencia y la creación de valor a largo plazo, Penta ha mantenido un crecimiento constante y una sólida presencia en el mercado financiero chileno. Su desempeño reciente ha estado marcado por resultados positivos, con un aumento significativo en sus utilidades gracias al buen rendimiento de sus áreas de seguros e inversiones.
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