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Usar cotonetes podría dañar tus oídos; así debes limpiarlos correctamente

El oído se limpia solo y, al introducir objetos, se corre el riesgo de empujar la cera hacia adentro, provocar obstrucciones, infecciones o incluso perforar el tímpano.

Usar cotonetes podría dañar tus oídos; así debes limpiarlos correctamente

CIUDAD DE MÉXICO.- Cada vez son más comunes los productos para retirar cerumen que circulan en redes sociales, como kits de lavado, cucharas con cámara, dispositivos de succión o velas óticas. Sin embargo, especialistas advierten que muchos de estos instrumentos no son seguros y, lejos de ayudar, pueden empeorar los problemas de cerumen o causar lesiones en el oído si se usan sin supervisión profesional.

La limpieza de oídos: entre mitos y riesgos

El cerumen, esa sustancia amarilla o marrón claro que se acumula en el oído externo, tiene funciones importantes: hidrata la piel del conducto auditivo, atrapa suciedad y protege contra bacterias y hongos. El oído, además, se limpia por sí mismo gracias a los movimientos naturales de la mandíbula al hablar o masticar, que ayudan a que la cera salga hacia la parte externa.

Insertar herramientas como hisopos de algodón interrumpe este proceso natural y puede empujar la cera hacia el interior, provocando obstrucciones o incluso pérdida de audición. También puede dañar la delicada piel del canal auditivo, generando infecciones o, en casos graves, perforaciones del tímpano.

¿Qué pasa con las nuevas tecnologías para limpiar el oído?

Las cucharas con cámara, las velas óticas y los kits de irrigación casera se promocionan como alternativas modernas, pero no reemplazan la revisión médica. Las velas, por ejemplo, no eliminan cerumen y pueden causar quemaduras; mientras que la irrigación incorrecta con agua puede provocar mareos o lesiones.

Los especialistas recomiendan que la limpieza profunda quede en manos de un otorrinolaringólogo, sobre todo en personas que usan audífonos, tienen diferencias anatómicas o padecen afecciones cutáneas como eccema o psoriasis, que dificultan la expulsión natural del cerumen.

Incluso el uso habitual de hisopos con fines estéticos puede ser riesgoso. Estudios han documentado casos de cabezales de algodón que quedan atorados en el oído y requieren atención médica, así como accidentes domésticos que derivan en lesiones graves.

Cómo limpiar los oídos de forma segura

Si no hay molestias, lo ideal es dejar que el oído haga su trabajo. Pero si se busca mantener la zona externa limpia, los médicos recomiendan hacerlo solo en la abertura del canal auditivo. Se puede usar una toalla húmeda o un hisopo humedecido con aceite mineral, siempre sin introducirlo en profundidad.

Otros métodos seguros incluyen aplicar unas gotas de aceite mineral, aceite de bebé o peróxido de hidrógeno diluido para suavizar la cera y dejar que salga con el agua de la ducha. También existen gotas específicas disponibles sin receta, pero deben usarse con moderación para evitar sensación de obstrucción.

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En caso de usar kits de irrigación caseros, es importante hacerlo con agua destilada o solución salina a temperatura corporal y con presión controlada para evitar daños. En resumen, los expertos coinciden: el oído se limpia solo y, cuando es necesario intervenir, es mejor hacerlo de forma superficial y, si hay problemas, consultar con un especialista.

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