La trampa de la nostalgia: psicólogo explica cómo idealizar el pasado afecta la salud
El psicólogo Antoni Bolinches advirtió que la nostalgia y la idealización del pasado pueden generar insatisfacción crónica, pues la memoria tiende a borrar lo malo y resaltar lo bueno.

CIUDAD DE MÉXICO.- El psicólogo Antoni Bolinches dedicó el más reciente episodio del pódcast Ojalá lo hubiera sabido antes —que comparte con los escritores Àlex Rovira y Francesc Miralles— a reflexionar sobre los riesgos de la nostalgia y la idealización del pasado. Según explicó, esta tendencia puede convertirse en un obstáculo para construir un futuro más pleno.
La trampa de la nostalgia: cuando idealizar el pasado afecta el presente
Bolinches advirtió que la memoria actúa como un editor “benevolente”, borrando lo negativo y resaltando lo positivo. “Recordamos las vacaciones de la infancia como mágicas, pero olvidamos las discusiones familiares”, comentó, señalando que esta percepción distorsionada alimenta lo que llama “nostalgia tóxica”. A su juicio, este fenómeno roba la capacidad de proyectar un mañana mejor.
El especialista también mencionó la influencia cultural en esta idealización, al citar el famoso verso de Rubén Darío: “Juventud, divino tesoro, te vas para no volver”. Para Bolinches, cuando se considera la juventud como la única etapa valiosa, se genera una insatisfacción crónica que impide disfrutar de las demás etapas de la vida.
Memoria selectiva y bienestar emocional
El psicólogo destacó que cada etapa vital puede ser la mejor si se vive con nuevos alicientes. Para ilustrarlo, mencionó a las personas centenarias de las llamadas Zonas Azules, quienes mantienen un “ikigai”, concepto japonés que significa “razón de ser” o “motivo para levantarse por la mañana”. Este propósito, señaló, es uno de los secretos para vivir más y mejor.
Bolinches explicó que la memoria selectiva funciona de manera diferente en optimistas y pesimistas: los primeros tienden a recordar lo bueno, mientras que los segundos enfatizan lo malo. Esta diferencia, dijo, puede actuar como una profecía autocumplidora que condiciona el presente emocional. “Si no pudiéramos olvidar, no podríamos ser felices”, afirmó, subrayando la importancia de manejar adecuadamente los recuerdos.
El especialista advirtió que aferrarse al pasado genera un círculo vicioso: “Idealizo lo que tuve y ya no tengo, siento nostalgia, y esa nostalgia refuerza la idealización”. Por ello, insistió en la necesidad de aprender a olvidar selectivamente, sin distorsionar la realidad.
Aceptar para resignificar los recuerdos
Para contrarrestar los efectos de la nostalgia, Bolinches propuso lo que llama “aceptación superadora”, es decir, reconocer que todas las experiencias —buenas o malas— forman parte de la vida. “Quien no acepta una mala experiencia, distorsiona su percepción de la realidad”, explicó, sugiriendo un diálogo interior para resistir la frustración y resignificar los recuerdos.
El psicólogo enfatizó que la felicidad permanente no depende de una etapa específica, sino de la capacidad de adaptarse y encontrar sentido en cualquier momento. En palabras de Confucio, recordó: “Solo puede ser feliz siempre el que sabe ser feliz con todo”.
Finalmente, Bolinches resumió su propuesta: entrenar la memoria para recordar lo bueno sin forzar y olvidar lo malo sin presión. Este enfoque, afirmó, permite reconvertir las experiencias negativas en aprendizajes menos dolorosos y las positivas en recuerdos más valiosos, fortaleciendo así la capacidad de vivir con plenitud el presente.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí
Te recomendamos
¿Tienes inteligencia emocional? Estas frases podrían demostrarlo
Phubbing: cuando el celular altera la calidad de las relaciones humanas
Cinco problemas emocionales frecuentes y cómo abordarlos, según un psicoterapeuta
¿Por qué algunas personas despiertan con terrores nocturnos durante la noche? Esto dice la psicología