“¿Tú viste a Jesús? ¿Qué pasó?”: Mujer graba a su hijo de 2 años que afirma haber visto a Dios y lo describe

ESTADOS UNIDOS-. Un video que captura la inocente pero impactante revelación de un niño de 2 años se ha vuelto viral después de que su madre lo grabara compartiendo su encuentro con una figura que identificó como Jesús.

El clip, que ya ha acumulado casi 3 mil reacciones, muestra la tierna y misteriosa conversación entre madre e hijo, dejando a los espectadores entre la conmoción y la curiosidad.

“Él estaba en tu cuarto”: La revelación del pequeño

En el video, la madre pregunta con asombro a su hijo:

• “¿Tú viste a Jesús? ¿Qué pasó?”
• “¿Estaba en tu cuarto?”

El niño, con una sonrisa tranquila pero segura, responde afirmativamente.

Cuando su madre le pregunta cómo era, el pequeño describe a la figura con colores vibrantes y abstractos:

• “Negro, rojo, verde, amarillo y acuarelas”
• “Sus ojos eran rojo y naranja”
• “¡Él estaba con fuego!”, añade el niño, emocionado.

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Reacciones: Entre la fe y la ternura

El video ha generado un profundo impacto en redes sociales, con comentarios que reflejan admiración y emoción:

• “Los ojos eran ardientes, apuesto a que es hermoso. Ningún ojo terrenal hereda ese color”, escribió un usuario.
• “Esto es hermoso, le creo”, compartió otro.
• “Oro por que todos tengamos experiencias así”, expresó un tercero, movido por la inocencia del relato.

Un encuentro espiritual genuino

Aunque algunos podrían atribuir la descripción del niño a su imaginación, otros ven en sus palabras un encuentro espiritual genuino, recordando pasajes bíblicos como “nuestro Dios es fuego consumidor” (Hebreos 12:29) o las visiones de seres celestiales con apariencias luminosas (Apocalipsis 1:14-15).

Más allá de la interpretación, este video ha tocado fibras sensibles al mostrar la pureza de la fe infantil y la posibilidad de lo divino en lo cotidiano.

Mientras el clip sigue circulando, una cosa es clara: las palabras del pequeño han dejado una huella, recordando que a veces las respuestas más profundas vienen de los corazones más pequeños.