¿Por qué está bajando la calidad del esperma? Expertos explican cómo se está deteriorando la fertilidad masculina
Especialistas advierten que este factor influye tanto en la concepción como en la salud de los hijos, y recomiendan análisis de esperma desde edades tempranas y, en algunos casos, la criopreservación para preservar la capacidad reproductiva.

CIUDAD DE MÉXICO.- Durante décadas, la fertilidad masculina quedó relegada en la discusión sobre problemas reproductivos, mientras el recuento y la calidad de los espermatozoides disminuían de forma acelerada a nivel global. A diferencia de la visibilidad del llamado “reloj biológico” femenino, los hombres rara vez reciben advertencias sobre sus propios límites reproductivos o sobre cómo el ambiente actual puede afectar su capacidad de ser padres.
La fertilidad masculina, un factor olvidado en el debate reproductivo
En los últimos años, especialistas han subrayado que el factor masculino no solo influye en la posibilidad de concebir, sino también en las complicaciones durante la gestación y en la salud futura de los hijos. Investigaciones citadas por la epidemióloga Shanna Swan advierten que los disruptores endocrinos presentes en plásticos, envases, pesticidas y productos de consumo afectan la salud reproductiva masculina desde etapas tempranas de la vida.
Estudios recientes han confirmado una caída de más del 50 % en la concentración y recuento de espermatozoides desde la década de 1970, fenómeno que se acelera desde el año 2000 y que se presenta en distintas regiones del mundo. Expertos como Michael Eisenberg, urólogo de la Universidad de Stanford, insisten en la urgencia de comprender sus causas.
Edad, estilo de vida y preservación de la fertilidad
Además de la exposición ambiental, la edad es un factor clave. Aunque el deterioro reproductivo masculino avanza más lentamente que en la mujer, los especialistas advierten que después de los 45 años aumentan los problemas en la calidad y estructura de los espermatozoides. Esto puede traducirse en mayores dificultades para concebir, riesgo de malformaciones y enfermedades en la descendencia, como algunos trastornos del neurodesarrollo.
Hábitos como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol o drogas, la mala alimentación y el sedentarismo también afectan la calidad seminal. Según Eisenberg, “todo lo que es bueno para el corazón es bueno para la fertilidad”, lo que refuerza la importancia de un estilo de vida saludable para preservar la capacidad reproductiva.
Ante este panorama, los expertos recomiendan análisis de esperma incluso en hombres jóvenes y, en ciertos casos, la criopreservación para resguardar la fertilidad a largo plazo. El procedimiento es relativamente sencillo y más accesible que la preservación de óvulos, y permite adelantarse a los efectos del envejecimiento o a la exposición prolongada a contaminantes.
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