¿Cuál es la relación entre el lápiz labial rojo y la Segunda Guerra Mundial?
Una maquillista y experta en maquillaje vintage explica de dónde viene el mito de que Hitler odiaba el lápiz labial rojo y la relevancia de este en la Segunda Guerra Mundial.
CIUDAD DE MÉXICO.- Aunque circula la creencia de que Adolf Hitler odiaba el lápiz labial y que las mujeres lo usaban como acto de rebeldía, no existen registros públicos que confirmen una prohibición oficial. Un relato privado de su secretaria, publicado en 2002, menciona su disgusto por los ingredientes de los cosméticos, pero esto no equivale a una orden de prohibición.
¿Hitler realmente prohibió el lápiz labial?
De acuerdo con Erin Parsons, maquillista e influencer, Eva Braun, su pareja, usaba lápiz labial rojo con frecuencia. Entre sus pertenencias se encontraron productos de la marca estadounidense Elizabeth Arden, lo que contradice la idea de que Hitler impusiera una postura radical en su entorno más cercano.
Los malentendidos sobre el maquillaje en la Alemania nazi
En 1933, un titular sensacionalista afirmó que los nazis habían prohibido los cosméticos, pero la noticia real era mucho más específica: se pidió a las mujeres evitar el maquillaje en reuniones del partido en Braunschweig. Aunque se hicieron aclaraciones, el mito perduró.
Marcas como Kasana siguieron vendiendo maquillaje durante la guerra. El régimen nazi consideraba el maquillaje excesivo como anticuado, pero nunca lo ilegalizó. De hecho, en la década de 1940, el lápiz labial rojo se convirtió en un símbolo de moral femenina, con eslóganes como “La belleza es tu deber” para alentar a las mujeres a mantener su apariencia durante la guerra.
El lápiz labial como herramienta de resistencia y patriotismo
En Reino Unido, el lápiz labial se transformó en un gesto de desafío durante los bombardeos. Las mujeres lo aplicaban antes de refugiarse, demostrando resistencia ante la adversidad. La propaganda británica incluso adoptó consignas como “Lick Hitler with lipstick” (Derrota a Hitler con lápiz labial).
Las marcas aprovecharon el sentimiento patriótico, lanzando tonos como “Victory Red” de Elizabeth Arden. Estos productos no solo eran cosméticos, sino símbolos de esperanza y unidad durante la guerra.
Innovación y supervivencia: los cambios en los empaques
En 1942, la escasez de metales llevó a EE. UU. a pedir donaciones, incluyendo los tubos de lápiz labial. Las marcas respondieron con alternativas de cartón y plásticos tempranos como la baquelita. También surgieron estuches rellenables, aunque no se popularizaron hasta años después.
El lápiz labial tuvo un papel inesperado en los campos de concentración: según testimonios de sobrevivientes, su llegada ayudó a devolver un sentido de identidad a mujeres reducidas a números, recordándoles su humanidad en medio del horror.