¿Antes o después de comer? Lo que dice la ciencia sobre el momento ideal para consumir fruta
Comer fruta en cualquier momento del día es saludable, sin que el horario altere sus beneficios.
CIUDAD DE MÉXICO.- Incluir fruta en la dieta diaria es una recomendación básica para mantener una alimentación balanceada. Sin embargo, muchas personas aún se preguntan cuál es el mejor momento para comerla: ¿antes o después de las comidas? Aunque esta duda parece simple, puede influir en las decisiones alimenticias cotidianas y generar confusiones innecesarias.
La duda más común sobre un hábito saludable
La nutricionista Silvina Tasat, integrante de la Sociedad Argentina de Nutrición, aclaró que no existe evidencia científica que respalde la idea de que el momento del día afecte los beneficios de la fruta. “Se puede comer en cualquier momento: en el desayuno, el almuerzo, la merienda, la cena o como colación”, explicó. En personas sanas, el organismo está preparado para procesarla sin inconvenientes.
No obstante, advirtió que en casos específicos, como personas con diabetes o resistencia a la insulina, se debe moderar la cantidad. El consumo aislado, sin otros alimentos que acompañen, puede acelerar la absorción de la fructosa, impactando más rápidamente los niveles de glucosa en sangre.
Mitos comunes y lo que realmente ocurre
Especialistas de la Clínica Universidad de Navarra respaldan esta idea: el valor nutricional de la fruta no cambia según el horario. Contiene siempre la misma cantidad de fibra, agua, vitaminas, minerales y antioxidantes, sin importar si se consume por la mañana o como postre. El momento del consumo, según los expertos, es más una cuestión cultural o de preferencia personal que un factor determinante para la salud.
Otro mito que suele escucharse es que la fruta puede dificultar la digestión si se mezcla con otros alimentos. Tasat desmintió esta creencia asegurando que el aparato digestivo está preparado para procesar simultáneamente proteínas, grasas e hidratos de carbono sin problemas. Por eso, no hay razón para evitar comer fruta con otros platillos.
Incluso, puede tener beneficios adicionales. Comer fruta después de la comida puede ayudar a sentirse satisfecho, lo que reduce el impulso de buscar otros alimentos dulces, como golosinas o postres procesados. Esto convierte a las frutas en una alternativa más saludable para cerrar un momento de alimentación.
Recomendaciones prácticas para un mejor consumo
Tasat señaló que el impacto en la glucosa varía según el tipo de fruta y cómo se consume. Las frutas con alto contenido de agua, como el melón o la sandía, se absorben más rápido, lo que eleva más rápidamente el azúcar en sangre. Por eso, se recomienda consumirlas enteras y, cuando sea posible, con cáscara, para aprovechar mejor su fibra y reducir el impacto glucémico.
La recomendación general es incluir tres frutas al día, o su equivalente en 450 gramos. Es importante que sean de temporada y regionales, ya que la naturaleza ofrece diferentes tipos según las necesidades del cuerpo. Por ejemplo, los cítricos en invierno ayudan a reforzar el sistema inmune, mientras que en verano, frutas con mayor contenido de agua favorecen la hidratación.
Las instituciones de salud respaldan estas pautas. Según Harvard, una dieta rica en frutas y verduras ayuda a reducir la presión arterial, prevenir enfermedades del corazón, algunos tipos de cáncer y mejorar la salud en general. La Cleveland Clinic destaca frutas como los arándanos, manzanas y naranjas por su alto contenido en antioxidantes y fibra.