Insulina en aerosol nasal muestra potencial para tratar el Alzheimer, según nuevo estudio
Un estudio reciente encontró que la insulina administrada por aerosol nasal puede llegar a regiones clave del cerebro relacionadas con la memoria.
CIUDAD DE MÉXICO.- Una nueva investigación sugiere que la insulina administrada por aerosol nasal podría convertirse en una herramienta valiosa para tratar la enfermedad de Alzheimer. De acuerdo con un estudio publicado el 23 de julio en la revista Alzheimer’s & Dementia: Translational Research & Clinical Interventions, esta hormona logró llegar a zonas clave del cerebro asociadas con la memoria en un pequeño grupo de adultos mayores.
Un avance prometedor en el tratamiento del Alzheimer
La hipótesis detrás del tratamiento es que la insulina podría mejorar la actividad cerebral, especialmente en personas con resistencia a esta hormona, una condición que se ha identificado como un factor de riesgo para el Alzheimer. Aunque ya se había explorado la vía intranasal para administrar insulina, hasta ahora no se tenía certeza de que realmente llegara a las regiones cerebrales deseadas.
En este nuevo estudio, los investigadores escanearon los cerebros de 16 personas mayores, de aproximadamente 72 años, después de recibir insulina por aerosol nasal. Siete participantes tenían un funcionamiento cognitivo normal y nueve mostraban deterioro cognitivo leve. Los resultados revelaron que la insulina alcanzó 11 regiones cerebrales cruciales para la memoria y el pensamiento.
Diferencias en la absorción según el estado de salud
Una de las observaciones más relevantes del estudio fue que las personas con deterioro cognitivo leve absorbieron la insulina de manera distinta a quienes tenían una función cognitiva normal. Esta diferencia podría explicar por qué algunos pacientes responden mejor al tratamiento que otros, según explicó Suzanne Craft, investigadora principal y profesora de medicina geriátrica en la Universidad de Wake Forest.
Además, se identificaron otros factores que podrían influir en la absorción de la insulina en el cerebro. Por ejemplo, las mujeres con una función cardiaca saludable mostraron una mejor captación de la hormona. En contraste, quienes tenían niveles elevados de beta amiloide —una proteína relacionada con el Alzheimer— presentaron una menor absorción en varias áreas cerebrales.
Los participantes calificaron el aerosol nasal como fácil de usar y solo dos reportaron efectos secundarios leves, como dolor de cabeza. Estos hallazgos indican que el tratamiento es bien tolerado y podrían abrir la puerta a estudios más amplios y detallados en el futuro cercano.
Una hoja de ruta hacia nuevas terapias
Para los expertos, este avance representa un paso importante, ya que por primera vez se cuenta con evidencia directa de que la insulina intranasal puede alcanzar el cerebro de forma efectiva. “Ya no estamos volando a ciegas; ahora tenemos una hoja de ruta directamente al cerebro”, afirmó Craft. Esta validación es esencial antes de lanzar ensayos clínicos a gran escala.
El equipo de investigación de Wake Forest planea realizar estudios más grandes en los próximos uno o dos años para analizar otros factores que podrían influir en la eficacia del tratamiento, como la salud de los vasos sanguíneos y las diferencias entre hombres y mujeres. También explorarán el impacto de las placas beta amiloides en la absorción del fármaco.
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Con estos hallazgos, los científicos se muestran optimistas. “Ahora tenemos las herramientas para validar la administración intranasal de medicamentos al cerebro”, señaló Craft. Esta tecnología podría facilitar el desarrollo de terapias más accesibles y efectivas para las personas que enfrentan el Alzheimer, una enfermedad que sigue siendo uno de los principales retos médicos del siglo.