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“¡Esos son piojos, no son mascotas!”: Joven se burla de su hermanita porque no quiere que se los quiten

Una escena tan absurda como tierna, que demuestra que la inocencia infantil puede convertir hasta una plaga en un acto de compasión.

“¡Esos son piojos, no son mascotas!”: Joven se burla de su hermanita porque no quiere que se los quiten

ESTADOS UNIDOS-. “¡Son seres vivos como nosotros!”: niña defiende a sus piojos y su hermano graba la tierna discusión

Un video se ha vuelto viral en redes sociales gracias a una peculiar —y muy graciosa— discusión entre un par de hermanos dentro de un automóvil.

El motivo: la hermanita menor no quiere dejar que su madre le saque los piojos que, según cuenta, “rescató” en la escuela.

El joven comenzó a grabar la conversación, incrédulo por la lógica de su hermanita.

Mi hermanita no se quiere dejar sacar los piojos que agarró en la escuela”, escribió en el texto del video, mientras intentaba convencerla de que los piojos no son mascotas.

“Se mudaron a mi cabeza”: la niña y su inesperada defensa

¿Por qué tú estás llorando, Alaine? Tú no tienes que estar llorando”, pregunta el hermano, extrañado.

Entre sollozos, la niña responde con sinceridad desarmante: “Mi mamá me quiere sacar mis animales de mi cabeza”.

¡Alaine, esos son piojos! ¡Esos no son animales!”, insiste él.

Pero la niña se mantiene firme: “¡Son seres vivos como nosotros!

El momento más hilarante llega cuando el hermano le cuestiona por qué les dice que “se mudaron” a su cabeza.

La pequeña, sin dudarlo, responde: “Porque una niña los tenía y los abandonó… y yo me los llevé”.

Según el joven, su hermanita accedió a que su mamá la peinara, pero le advirtió que no le iba a permitir “sacar su casita”, porque ahí estaban sus piojitos.

El video ya superó las 827 mil reacciones y ha provocado toda clase de comentarios:

Los piojos: Nadie se había preocupado tanto por nosotros”, “Mi hermanita les ponía arroz a los suyos para que comieran jajaja” y “Los piojos: Nos has salvado, estamos agradecidos”.

Una escena tan absurda como tierna, que demuestra que la inocencia infantil puede convertir hasta una plaga en un acto de compasión.

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