Uno de cada cinco adultos con sobrepeso podría tener obesidad sin saberlo, según estudio
Un estudio reveló que casi uno de cada cinco adultos con sobrepeso podría tener obesidad sin saberlo.

CIUDAD DE MÉXICO.- Un grupo de investigadores de Israel reveló que el 18,8 % de los adultos con sobrepeso en realidad podrían tener obesidad sin saberlo. El hallazgo proviene de un estudio que aplicó un nuevo sistema diagnóstico más completo que el tradicional índice de masa corporal (IMC), y que fue publicado en la revista Annals of Internal Medicine.
Nueva forma de diagnosticar la obesidad
El equipo, integrado por la doctora Orna Reges y los especialistas Dror Dicker, Tomas Karpati y Sara Promislow, pertenece a la Universidad Ariel y al Instituto de Tecnología de Holon. A través de este nuevo enfoque, se amplía la comprensión sobre quién está realmente en riesgo de padecer obesidad.
A diferencia del método clásico basado únicamente en el IMC, la nueva guía de la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO) también toma en cuenta la relación entre cintura y altura, además de la presencia de enfermedades relacionadas. Esto permitió identificar a muchas personas que, sin aparentarlo, ya convivían con riesgos graves para su salud.
Impacto en el sistema de salud
El cambio en los criterios de diagnóstico podría tener implicaciones importantes en la forma en que los sistemas de salud planifican recursos, tratamientos y campañas preventivas. Al aumentar la cantidad de personas consideradas con obesidad, es posible que se ajusten coberturas médicas o prioridades de atención.
El doctor Marcos Mayer, investigador del Conicet y especialista en nutrición, comentó que este estudio destaca la necesidad de una visión más integral al evaluar a los pacientes. Mayer también señaló la importancia de replicar una investigación similar en América Latina para tener un panorama local más claro.
Hasta ahora, el IMC ha sido una herramienta útil por su simplicidad, pero presenta limitaciones importantes: no distingue entre grasa y músculo ni detecta dónde se acumula el tejido adiposo. Esto ha llevado a errores frecuentes en los diagnósticos, tanto por exceso como por defecto.
Datos que cambian el panorama
La investigación analizó información de más de 44 mil adultos en Estados Unidos entre 1999 y 2018. Cuando se aplicaron los nuevos criterios de la EASO, el porcentaje de personas clasificadas con obesidad subió del 35,4 % al 54,2 %, lo que representa un aumento considerable.
Además, la mayoría de estas personas ya presentaban problemas de salud relacionados: el 79,9 % sufría hipertensión, el 33,2 % artritis, el 15,6 % diabetes y el 10,5 % alguna afección cardiovascular. Esto refuerza la importancia de detectarlas a tiempo, incluso si no tienen el perfil físico comúnmente asociado a la obesidad.
También se observó que muchas personas con IMC bajo podrían estar enfrentando enfermedades graves no diagnosticadas, como cáncer o trastornos endocrinos, lo que pone en duda la fiabilidad del peso como único indicador.
Hacia un diagnóstico más preciso
El nuevo enfoque considera a la obesidad como una condición compleja, más allá del número en la balanza. Incluye el funcionamiento del tejido graso, la relación con otros órganos y cómo interactúan estos factores en el cuerpo humano.
El estudio reconoció limitaciones, como el hecho de que los datos se obtuvieron en un solo momento, sin seguimiento a largo plazo. Aun así, los investigadores valoraron el aporte del modelo EASO para una evaluación clínica más precisa.
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En conclusión, el trabajo plantea que dejar atrás el uso exclusivo del IMC podría mejorar el diagnóstico y tratamiento de una condición que afecta a millones, muchas veces sin que se den cuenta. Identificar la obesidad a tiempo podría marcar la diferencia entre prevenir complicaciones o enfrentarlas cuando ya es demasiado tarde.
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