Una pequeña isla se ha convertido, casi sin proponérselo, en un importante refugio para aves en peligro de extinción

CIUDAD DE MÉXICO.- La isla Skomer, ubicada frente a la costa de Gales, ha registrado este año una cifra histórica de frailecillos: 43,626 ejemplares, el número más alto contabilizado hasta ahora. Este resultado fue informado por el Fondo para la Vida Silvestre del Sur y el Oeste de Gales (WTSWW, por sus siglas en inglés), que considera el aumento como un éxito en materia de conservación. Sin embargo, advierten que, a pesar de los buenos números en esta región, la especie sigue estando en riesgo a nivel mundial.

Un refugio natural para las aves marinas

Skomer, con solo 2.92 kilómetros cuadrados, es reconocida por su rica biodiversidad, especialmente en aves marinas. Gracias a su aislamiento natural, la isla se mantiene libre de depredadores como gatos, zorros o ratas, lo que ha permitido que especies como los frailecillos encuentren allí un espacio seguro para reproducirse. Además, la isla es hogar de 350 mil parejas de pardelas baleares, así como de araos y alcas comunes.

Cada primavera, el WTSWW realiza un conteo anual de aves, momento en el que estas regresan para anidar. El recuento de frailecillos se lleva a cabo al atardecer, por seis miembros del personal, quienes utilizan contadores para registrar aves en tierra, en el mar y en el aire. Esta metodología, repetida cada año, permite dar seguimiento fiable a las fluctuaciones poblacionales.

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Monitoreo constante y turismo controlado

El récord anterior fue en 2023, con 42,513 frailecillos. Aunque los números actuales son alentadores, el frailecillo sigue figurando en la lista roja de especies vulnerables de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Factores como la contaminación, la pérdida de alimento y el cambio climático amenazan su supervivencia global, por lo que su situación continúa siendo delicada.

Rob Knott, miembro del equipo turístico de Skomer, explicó que el conteo es un proceso exigente, pero fundamental para entender la salud de las aves marinas. Para muchos de los 25 mil visitantes que recibe la isla cada año, ver a miles de frailecillos resulta una experiencia impresionante. Sin embargo, Knott advierte que nuevas amenazas, como la gripe aviar y el aumento de la temperatura marina, podrían alterar este equilibrio.

El WTSWW atribuye el éxito reproductivo de los frailecillos en Skomer a la abundancia de peces en la zona, clave para alimentar a sus crías. También resaltan que la ausencia de depredadores ha sido determinante. Pero insisten en que estos logros no deben hacer bajar la guardia, ya que en otras regiones, la población de esta emblemática ave está disminuyendo con rapidez.

Un llamado a la vigilancia y a la acción global

Pese a los buenos resultados en Skomer, los conservacionistas piden cautela. “Aquí les va bien, pero en otros lugares no es así”, subrayó Rob Knott. Añadió que el monitoreo constante es vital para orientar políticas que ayuden a conservar la especie, no solo en Gales, sino en todo el mundo. La información que se obtiene de este tipo de conteos permite tomar decisiones más acertadas sobre cómo apoyar su recuperación.

El trabajo del WTSWW se ha convertido en un modelo de manejo de reservas naturales. La isla Skomer demuestra que, con las condiciones adecuadas, es posible revertir el declive de especies amenazadas. Pero, como recuerda el propio Rob, los frailecillos solían prosperar ampliamente, y su inclusión en la lista roja es un llamado de atención.

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Mientras miles de aves vuelan sobre los acantilados de esta pequeña isla, los especialistas se mantienen “cautelosamente optimistas” sobre su futuro. La esperanza, señalan, está en continuar fortaleciendo la conservación y actuar frente a las amenazas globales que aún ponen en riesgo a estos coloridos y carismáticos habitantes del Atlántico Norte.