Beber un vaso grande de agua en lugar de refresco podría ayudar a controlar la diabetes y a perder peso
Un nuevo estudio sugiere que beber agua en lugar de refrescos dietéticos puede ayudar a perder más peso y lograr la remisión de la diabetes tipo 2, especialmente en mujeres.
CIUDAD DE MÉXICO.- Beber un vaso grande de agua en lugar de una gaseosa dietética podría marcar una diferencia significativa en el manejo del peso y la diabetes tipo 2, especialmente entre mujeres. Así lo indica un nuevo estudio a pequeña escala presentado en la reunión anual de la Asociación Americana de la Diabetes (ADA), donde se observó que quienes reemplazaron los refrescos dietéticos por agua tuvieron mejores resultados en pérdida de peso y remisión de la enfermedad.
Un cambio sencillo con grandes beneficios
El estudio, dirigido por el Dr. Hamid Farshchi, director ejecutivo de D2Type Health, desafía la creencia común de que las bebidas sin calorías no afectan el control del azúcar en la sangre ni el peso corporal. Aunque las gaseosas dietéticas no aportan calorías, podrían tener efectos negativos en el metabolismo y en la regulación del apetito, según apuntaron los investigadores.
En la investigación participaron 81 mujeres con diabetes tipo 2 y sobrepeso. Todas siguieron un programa de pérdida de peso durante seis meses y otro de mantenimiento durante un año. La mitad bebió agua después del almuerzo, mientras que la otra mitad continuó tomando refrescos dietéticos. Al finalizar, el grupo que eligió agua perdió alrededor de 15 libras, mientras que el otro grupo bajó cerca de 10.
Resultados prometedores en la salud metabólica
Además del peso, la diferencia más notable fue en la remisión de la diabetes: el 90% de las mujeres que bebieron agua revirtieron su condición, en comparación con el 45% del grupo que siguió tomando bebidas dietéticas. También se observaron mejoras en otros marcadores de salud importantes, como la reducción de azúcar en la sangre, mejor control de la insulina y niveles más bajos de triglicéridos.
Los investigadores sugieren que los edulcorantes artificiales presentes en las bebidas dietéticas podrían alterar el metabolismo de la glucosa, modificar la microbiota intestinal o incluso aumentar la sensación de hambre, lo que dificultaría el control del peso. Por otro lado, el agua no tiene estos efectos secundarios y promueve una hidratación más saludable.
Farshchi subrayó que este hallazgo resalta la importancia de promover el consumo de agua como una estrategia sencilla pero efectiva para mejorar los resultados en personas con diabetes tipo 2. “Es un cambio pequeño con el potencial de tener un gran impacto en los resultados de salud a largo plazo”, afirmó el investigador.
Hallazgos preliminares pero alentadores
Aunque los resultados son alentadores, los autores del estudio aclaran que los datos aún no han sido publicados en una revista científica revisada por pares, por lo que deben considerarse preliminares. No obstante, aportan una perspectiva valiosa sobre los posibles efectos adversos de los refrescos dietéticos en la salud metabólica, especialmente en personas con enfermedades crónicas.
En paralelo, estudios previos también han relacionado el consumo frecuente de edulcorantes artificiales con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, lo que refuerza la idea de que optar por agua natural puede ser una decisión más segura y beneficiosa.
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Este estudio podría motivar nuevas investigaciones sobre el impacto real de las bebidas dietéticas en el cuerpo y fortalecer las recomendaciones de salud pública que promueven hábitos más naturales y sostenibles en la alimentación. Mientras tanto, para quienes buscan perder peso y controlar mejor su diabetes, cambiar el refresco por un vaso de agua podría ser un excelente primer paso.