¿Por qué algunas personas no responden en los grupos de WhatsApp? Una mirada desde la psicología

CIUDAD DE MÉXICO.- En un mundo cada vez más interconectado por redes sociales y plataformas de mensajería, como WhatsApp, la comunicación virtual forma parte de la rutina diaria de millones de personas. En muchos casos, los grupos de WhatsApp generan un flujo constante de mensajes que pueden ser difíciles de seguir, y es común que algunos participantes no respondan o incluso ignoren por completo las conversaciones grupales. Ante esta conducta, la psicóloga Rebeca Cáceres explicó que no existe una forma “correcta” de comportarse en los chats grupales.

Conectados, pero no siempre disponibles

Según comentó en una entrevista con el medio español Semana, cada persona interactúa en los grupos de manera diferente, influida por su personalidad, responsabilidades y tiempo disponible. “Esto es como la vida misma: depende de un montón de factores y no podemos patologizar ni buscar perfiles de personalidad en esta manera concreta de actuar, tanto si se responde como si no”, puntualizó la especialista.

La diversidad de reacciones en los chats también se refleja en la tecnología misma: Meta AI, por ejemplo, está desarrollando funciones para resumir conversaciones no leídas, facilitando que los usuarios puedan ponerse al día sin necesidad de leer todos los mensajes. Sin embargo, más allá de la tecnología, el comportamiento humano sigue siendo clave para entender cómo nos relacionamos en entornos digitales.

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Silencios que no deben malinterpretarse

Cáceres destacó que no responder mensajes grupales no debería interpretarse como un acto personal o de rechazo. En muchas ocasiones, esta falta de respuesta responde a una necesidad de silencio o a una preferencia personal. “El mundo digital también refleja nuestra diversidad como personas”, afirmó la psicóloga, quien considera que normalizar estas diferencias es parte del cuidado de la salud mental.

La especialista indicó que actuar en coherencia con los propios valores y necesidades es una forma de respeto hacia uno mismo. En este sentido, no participar activamente en un grupo no implica desprecio, sino que puede ser una forma legítima de autocuidado. Algunas personas, simplemente, no se sienten cómodas con la dinámica de los grupos digitales, y prefieren poner límites para proteger su bienestar emocional.

Además, este tipo de distancia puede incluso beneficiar los vínculos con otras personas, al evitar interacciones forzadas o incómodas. Saber cuándo y cómo participar es también una señal de inteligencia emocional, y comprender que cada quien tiene su ritmo ayuda a mantener relaciones más sanas y menos cargadas de suposiciones.

Autoconocimiento y comunicación auténtica

Una recomendación clave de Rebeca Cáceres es no sobreinterpretar el silencio digital y evitar atribuirle significados que pueden no corresponder con la realidad. “No responder en un grupo no significa ‘no me quiere’ o ‘me está ignorando’. Eso es lo que vos sentís, no lo que el otro está expresando”, explicó. Reconocer esta diferencia puede prevenir conflictos innecesarios y favorecer una convivencia virtual más empática.

Cuando el silencio de alguien genera dudas o incomodidad, la psicóloga sugiere entablar una conversación directa en privado. “La comunicación íntima no se construye esperando respuestas en público, sino generando espacios donde se pueda hablar de forma clara, honesta y de uno a uno”, señaló. Este tipo de interacción puede aclarar malentendidos y fortalecer los lazos personales.

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Finalmente, Cáceres subrayó la importancia del autoconocimiento como herramienta para afrontar los desafíos de la vida digital y emocional. Como directora de Tribeca Psicólogos y profesora en la Universidad Internacional de Valencia, insiste en que entender nuestras propias necesidades permite tomar decisiones más saludables en todos los ámbitos, incluido el uso de la tecnología.