¿Por qué sentimos pequeños choques eléctricos al tocar a otras personas?

CIUDAD DE MÉXICO.- A muchas personas les ha pasado: al rozar a alguien o tocar una superficie metálica, sienten un pequeño “toque” eléctrico que los sorprende. Aunque parezca algo sin importancia, estos choques son mucho más comunes de lo que se piensa y tienen una explicación científica bastante simple. Se trata de una descarga de electricidad estática, resultado de un desequilibrio temporal de cargas eléctricas entre dos cuerpos.

La electricidad estática y su impacto cotidiano

Cuando dos materiales se frotan entre sí —como la ropa contra la piel—, los electrones pasan de un objeto a otro, dejando uno con carga negativa y el otro con carga positiva. Cuando esas cargas se encuentran con un buen conductor, como otra persona o una manija metálica, se libera esa energía en forma de una pequeña chispa. El cuerpo busca equilibrarse descargando ese exceso de electricidad de manera instantánea.

Este fenómeno, conocido como “descarga electrostática”, se presenta más seguido durante el invierno. Esto ocurre porque el aire frío y seco dificulta la dispersión de las cargas eléctricas. En cambio, en ambientes húmedos, la electricidad se libera más fácilmente, ya que la humedad en el aire ayuda a mover los electrones de forma más eficaz.

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¿Representan un riesgo estos pequeños choques?

Aunque estas descargas pueden asustar o incomodar, no representan un peligro para la salud. Según especialistas, se trata de impulsos muy breves y de baja intensidad que no afectan los órganos ni los tejidos del cuerpo humano. No dañan el corazón, ni alteran el sistema nervioso, ni provocan efectos duraderos.

Para la mayoría de las personas, estos “toques” son solo una molestia pasajera. Algunas personas pueden ser más sensibles o propensas a estas descargas debido al tipo de ropa que usan, el ambiente en el que se encuentran o el nivel de humedad en su entorno. Sin embargo, no existe evidencia médica que sugiera que puedan generar complicaciones importantes.

Eso sí, en algunos entornos industriales o en lugares donde se manipulan dispositivos electrónicos delicados, la electricidad estática puede representar un problema, no por riesgo físico, sino por la posibilidad de dañar componentes electrónicos. Pero en la vida diaria, no hay razón para preocuparse más allá de la incomodidad del momento.

Consejos útiles para evitar descargas eléctricas

Para quienes quieren evitar estos choques inesperados, existen algunas medidas simples que pueden ayudar. Por ejemplo, mantener la piel bien hidratada es útil, ya que la piel seca tiende a acumular más carga estática. Usar crema humectante puede marcar una gran diferencia.

También es recomendable usar ropa hecha de fibras naturales como el algodón, que genera menos carga estática que materiales sintéticos como el poliéster. Evitar el uso excesivo de ropa sintética o combinarla con prendas de algodón ayuda a reducir las probabilidades de una descarga.

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Otras sugerencias incluyen usar humidificadores en espacios cerrados, tocar un objeto metálico antes de tocar a otra persona, usar calzado con suelas de cuero y evitar el roce innecesario con superficies sintéticas. Incluso hay productos antiestáticos, como aerosoles o toallitas especiales, que pueden aplicarse en ropa y muebles para prevenir estos pequeños, pero molestos, choques eléctricos.