ESTADOS UNIDOS-. Una mujer estadounidense llamada Taylor se ha vuelto el centro de una emotiva historia viral que ha despertado indignación y solidaridad.

A través de un video difundido en redes sociales, se dio a conocer que, a los 21 años, Taylor fue víctima de lo que su entonces pareja llamó una “broma”: la drogó y tatuó mensajes obscenos en su cara.

Lo que parecía un momento pasajero se convirtió en una marca permanente. Desesperada, Taylor optó en aquel momento por cubrirse medio rostro con un blackout, un tatuaje negro que sirviera como parche para esconder lo ocurrido. Durante años, esto le impidió llevar una vida normal.

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“No es broma, es violencia”

Hoy, 16 años después, su historia ha encontrado un nuevo rumbo gracias a un médico especialista que conoció su caso y decidió ayudarla.

Además, un influencer conocido como Dadbot se ofreció a cubrir por completo los gastos del tratamiento para eliminar los tatuajes mediante láser.

La clínica que inició el procedimiento señaló que la eliminación completa puede tardar hasta 2 años, pero ya han comenzado con las primeras sesiones. Taylor, con lágrimas en los ojos, compartió que por primera vez en mucho tiempo tiene esperanza.

El video ya cuenta con más de 15 mil reacciones y generó fuertes respuestas entre los usuarios: “No es broma, es violencia”, “La drogaron y abusaron de ella, no es una broma”, y “Qué horrible novio”.

Lo que empezó como un acto cruel, hoy está siendo enfrentado con empatía, ciencia y la fuerza de una mujer que merece recuperar su rostro… y su vida.