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¿Qué riesgos hay para la piel al bañarte con una esponja?

Un elemento común en la ducha que podría estar causando más daño que beneficio es el estropajo.

¿Qué riesgos hay para la piel al bañarte con una esponja?

¿Alguna vez te has preguntado si realmente existe una manera correcta de bañarse? Aunque parezca una rutina tan natural que hacemos sin pensar, pocas veces analizamos si nuestros hábitos al ducharnos son los más adecuados. Desde los pasos que seguimos hasta cómo frotamos nuestra piel, todo influye en la salud de nuestro cuerpo.

Un elemento común en la ducha que podría estar causando más daño que beneficio es el estropajo. Ese accesorio que usamos para exfoliar y limpiar, hecho de fibras naturales o sintéticas, está diseñado para remover suciedad y grasa, pero aplicado sobre la piel humana puede ser contraproducente.

¿Es bueno usar estropajos para la higiene personal? La respuesta es que no suele ser lo más recomendable. Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), el uso frecuente de esponjas abrasivas puede erosionar la piel. Esto significa que el roce constante puede irritar, provocar descamación y afectar la capa superficial de la dermis, dejando la piel vulnerable.

La Clínica Universidad de Navarra describe la erosión cutánea como una lesión superficial donde la piel pierde parte de su integridad, lo que facilita la aparición de infecciones si no se trata correctamente. Aunque no es un problema grave en sí mismo, requiere atención para evitar complicaciones.

Por lo tanto, la mejor recomendación para una higiene adecuada es confiar en el jabón y en tus manos. Aplica el jabón directamente sobre la piel húmeda, deja que la espuma haga su trabajo y usa solo un contacto suave para limpiar. Si la suciedad persiste, basta con repetir el proceso, sin necesidad de frotar con objetos ásperos.

Algunos consejos adicionales para mejorar tu rutina de baño incluyen:

  • Mantener la temperatura del agua alrededor de los 30 grados Celsius para evitar resecar la piel.
  • No prolongar demasiado el tiempo bajo la ducha para prevenir irritaciones.
  • Duchar de arriba hacia abajo para evitar que la suciedad vuelva a las zonas limpias, indica Xataka.
  • Prestar especial atención a áreas íntimas y difíciles de alcanzar.
  • Secar la piel con toques suaves, evitando frotar enérgicamente.

Con estos cuidados sencillos, tu piel estará más protegida y saludable después de cada baño.

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