MÉXICO-. Su carrito decía mucho sobre sus hábitos. Ellas lo cambiaron todo... y hasta pagaron la cuenta.

Mientras hacía sus compras en un supermercado, un hombre vivió un momento que jamás imaginó.

Iba caminando entre los pasillos cuando fue interceptado por dos mujeres que se presentaron como nutriólogas.

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Con una sonrisa y una propuesta inusual, le dijeron: “Cambiamos tu carrito por productos saludables... y también te lo pagamos”.

El hombre, algo desconcertado pero curioso, aceptó el reto. Y ahí comenzó la travesía saludable.

“Vemos mucha oportunidad de hacer cambios en tu carrito”, dijo una de las nutriólogas, tras revisar el contenido: refresco, alitas congeladas, papitas, una caja de Choco Krispis, maruchan y un jugo Boing. Todo apuntaba a lo ultraprocesado.

El intercambio fue radical, pero bien pensado:

• Las alitas pasaron a ser pechuga marinada.
• El cereal azucarado fue reemplazado por uno más pequeño, diseñado para niños con menos azúcar, aunque aún mantenía al icónico elefante en la caja—algo curioso, ya que las caricaturas están prohibidas en productos con sellos.
• El jugo Boing fue sustituido por uno de Ocean Spray.
• La Coca-Cola se transformó en un galón de agua.
• La maruchan se cambió por una sopa instantánea de Knorr.
• Además, agregaron verduras y productos frescos.

Lo mejor vino al final: no solo le pagaron todo el nuevo carrito, también le regalaron productos de su marca. Un giro inesperado con final saludable.

El video ya acumula 28 mil reacciones en redes sociales y ha generado opiniones divididas.

Algunos comentarios fueron: “La cara de depresión del chico”, “Esto se ve incorrecto de tantas formas”, “Criticamos y educamos pero pagamos”, y “Me ondié, pobre chico, pero es por su salud”.

Al final, el joven se fue del súper con un carrito distinto, una sonrisa nerviosa… y tal vez un nuevo comienzo.