Jóvenes de la Gen Z exploran la “anarquía relacional” como alternativa al amor tradicional
Cada vez más jóvenes de la Generación Z están dejando atrás las relaciones tradicionales y adoptando la “anarquía relacional”, un modelo que rechaza jerarquías y promueve vínculos libres y personalizados.
CIUDAD DE MÉXICO.- Cada vez más personas jóvenes están replanteando lo que significa tener una relación. Según un informe reciente de la app Feeld y la educadora Ruby Rare, una creciente parte de la Generación Z está dejando atrás los modelos tradicionales de pareja para experimentar con la llamada “anarquía relacional”, un concepto que uno de cada cinco podría estar practicando sin siquiera saberlo.
Un nuevo enfoque para las relaciones
La anarquía relacional —o relationship anarchy (RA)— fue acuñada en 2006 por la escritora sueca Andie Nordgren. A diferencia de los vínculos jerárquicos típicos, como el matrimonio o la monogamia exclusiva, esta propuesta busca relaciones más libres, sin estructuras predefinidas, donde el amor no se considera un recurso limitado que deba centrarse solo en la pareja romántica.
Desde esta perspectiva, no hay razón para pensar que una relación amorosa tenga más valor que una amistad profunda, una sociedad creativa o el vínculo con un compañero de vivienda. Rare señala que este estilo requiere reflexión y conciencia: “Es necesario examinar los vínculos que ya tienes y preguntarte si estás en ellos por elección o por costumbre”.
Más apoyo, menos soledad… y nuevos desafíos
De acuerdo con Feeld, quienes practican la anarquía relacional reportan sentirse menos solos y con más apoyo emocional. Sin embargo, esto no significa que todo sea armonía. Uno de los mayores retos es establecer límites claros en relaciones que no siguen las reglas convencionales. Como explica Rare: “Construir relaciones no debería implicar evitar los desafíos”.
Lejos de la exclusividad sexual o los romances estilo cuento de hadas, la RA se basa en el cuidado mutuo, sin importar si la relación es romántica o no. Sam, una persona de 33 años entrevistada por Wired, comenta que las personas serían más felices si pudieran priorizar a quienes realmente desean tener cerca, sin dejarse guiar por lo que “se espera” socialmente.
Este enfoque también busca desmantelar la idea de que una sola persona debe ser “el todo” en la vida de alguien. En lugar de buscar la perfección romántica, la anarquía relacional se centra en la libertad de construir conexiones auténticas y diversas, sin seguir un guion preestablecido.
Romper esquemas no es sencillo, pero muchos lo prefieren
Para quienes lo practican, la RA no es fácil. Los celos, la inseguridad o el miedo a lo desconocido también están presentes. “Muchas veces me dicen: ‘Me encantaría ser anarquista relacional, pero soy muy celoso’. Y yo también siento celos”, comenta Lavvynder, otra participante del estudio. “Es realmente difícil”.
Aun así, quienes adoptan esta forma de vincularse coinciden en que vale la pena enfrentar esas dificultades. En palabras de Rare: “La conexión humana es inherentemente desordenada. Cuanto mejor aprendamos a aceptarlo, más podremos disfrutar de nuestras vidas”.
Para una parte cada vez mayor de jóvenes, la anarquía relacional no solo representa una forma distinta de amar, sino también una vía práctica para vivir sus relaciones con mayor autenticidad. En un mundo donde los esquemas tradicionales parecen quedarse cortos, esta alternativa gana terreno como una forma honesta y liberadora de conectar con los demás.