¿Vivir sin preocupaciones alarga la vida? Un estudio reciente responde

CIUDAD DE MÉXICO.- Muchas personas sueñan con vivir una vida larga, activa e independiente. Para lograrlo, no solo se necesita mantener un estilo de vida saludable y equilibrado, sino también desarrollar una actitud responsable hacia la vida cotidiana. Así lo señala el estudio Genetic Studies of Genius, publicado en la revista Nature, el cual reveló que la despreocupación constante podría ser un obstáculo para alcanzar una vejez plena.

Longevidad y responsabilidad: una relación poco evidente

El psiquiatra estadounidense Daniel Amen habló sobre este tema en el pódcast británico The Diary of a CEO, donde explicó que preocuparse de forma moderada puede tener efectos positivos en la salud y la longevidad. “Las personas que se preocupan, con límites saludables, tienden a vivir más porque se cuidan más”, afirmó el especialista.

Amen advirtió que quienes adoptan una actitud despreocupada ante la vida suelen exponerse a riesgos innecesarios, evitar chequeos médicos o pasar por alto señales importantes de su salud. Desde su perspectiva, la falta de responsabilidad puede derivar en consecuencias graves y, a menudo, evitables.

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El estudio que siguió a genios durante décadas

El Genetic Studies of Genius comenzó en 1921 bajo la dirección del psicólogo Lewis Terman, quien se propuso estudiar el desarrollo de más de 1,500 niños con un coeficiente intelectual superior a 140. El objetivo era observar cómo evolucionaban estos individuos a lo largo de su vida, además de desmontar estereotipos negativos asociados a las personas superdotadas.

A lo largo de los años, el estudio reveló que muchos de estos individuos alcanzaron altos niveles de éxito académico y profesional, y gozaron de buena salud física y emocional. Sin embargo, también se descubrió que tener un alto coeficiente intelectual no necesariamente implicaba creatividad sobresaliente o una vida extraordinaria.

Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio fue la conexión entre la longevidad y el comportamiento cotidiano. Resultó que aquellos participantes más despreocupados, incluso si eran felices, tendieron a vivir menos que aquellos que eran responsables y organizados.

Despreocupación: un riesgo silencioso

Daniel Amen explicó que los niños que en su momento parecían más alegres y sin preocupaciones fueron quienes murieron más jóvenes, en muchos casos por accidentes o enfermedades prevenibles. En contraste, los niños que mostraban responsabilidad desde temprana edad —como cumplir con horarios, hacer tareas y asumir compromisos— fueron los que vivieron más tiempo.

El psiquiatra también ilustró este punto con un ejemplo personal: su propio hermano. “Tiene 70 kilos de sobrepeso, se va del trabajo a las tres de la tarde, juega al golf... simplemente no le importa”, comentó Amen, asegurando que esa actitud despreocupada puede acortar significativamente la vida.

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Este tipo de estudios aporta un enfoque distinto a la idea de bienestar. Más allá de evitar excesos y mantener buenos hábitos, parece que tomarse la vida con seriedad, sin caer en la ansiedad extrema, puede ser una herramienta importante para vivir más años y con mejor calidad.