Por qué cantar es bueno para la salud, según la psicología

CIUDAD DE MÉXICO.- La música no solo entretiene; también favorece el bienestar mental, fortalece el cerebro y ayuda a construir lazos sociales. Diversos estudios han demostrado que actividades como cantar, tocar un instrumento o simplemente escuchar música placentera pueden reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y facilitar la conexión con otras personas. Y lo mejor: no hace falta ser profesional para obtener estos beneficios.

Mucho más que entretenimiento

Según el profesor Daniel Levitin, neurocientífico de la Universidad McGill, la música juega un papel clave en la regulación emocional y la comunicación interpersonal. Comparar cantar con correr es útil: no se busca perfección, sino disfrutar y practicar. Cantar en el coche o entonar una canción en casa puede tener efectos tan positivos como los de una sesión de ejercicio ligero para la mente.

Además, escuchar música que nos agrada estimula la liberación de dopamina, un neurotransmisor vinculado al placer, y activa el sistema de recompensa cerebral. Esto ayuda a contrarrestar la ansiedad, aliviar síntomas de depresión y fomentar emociones positivas de manera natural.

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Participar potencia los efectos

Pasar de ser oyente a participante—por ejemplo, al cantar o tocar un instrumento—multiplica los beneficios de la música. De acuerdo con Daniel Bowling, psiquiatra en la Universidad de Stanford, la práctica activa permite una conexión más profunda con las emociones y con el cuerpo. En contextos terapéuticos, incluso se usa como apoyo para tratar trastornos del estado de ánimo.

Estudios recientes han señalado que el karaoke puede mejorar el sentido de propósito en adultos mayores. Escuchar o interpretar música con frecuencia también se relaciona con una mayor conciencia emocional y una mejor adaptación ante los cambios, especialmente en etapas de envejecimiento.

Una investigación con 132 adultos mayores mostró que seis meses de clases de piano o de escucha musical activa mejoraron la memoria auditiva y aumentaron la materia gris del cerebro. Otro estudio, realizado en 2025, reveló que tocar piano durante un año incrementó la flexibilidad cognitiva, una función clave para mantener la mente ágil.

Música en grupo, vínculos más fuertes

Hacer música con otras personas amplifica los beneficios. Participar en coros, bandas o sesiones informales ayuda a crear sincronía emocional y fomenta el sentimiento de pertenencia. Estudios muestran que incluso tocar ritmos juntos puede fortalecer los vínculos sociales, algo fundamental para el bienestar general.

Además de unir emocionalmente, la música grupal tiene efectos químicos en el cuerpo. Cantar en compañía reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y favorece la producción de oxitocina, que refuerza la sensación de conexión con los demás. Esta combinación contribuye a mejorar el ánimo y la integración social.

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La historia humana está marcada por la música como experiencia compartida. Nunca es tarde para integrarse a esa tradición. Basta con escuchar una canción favorita, cantar en la ducha o unirse a un coro. Lo importante no es hacerlo perfecto, sino vivirlo y disfrutarlo. Desde el primer paso, la música está lista para brindar bienestar, compañía y alegría.