Infancia traumática podría aumentar el riesgo de endometriosis en la edad adulta, según estudio
Un estudio realizado en Suecia reveló que las mujeres que vivieron traumas en la infancia, como violencia o abuso, tienen mayor riesgo de desarrollar endometriosis en la adultez.
CIUDAD DE MÉXICO.- Un reciente estudio publicado en la revista Human Reproduction sugiere que las experiencias traumáticas durante la infancia pueden aumentar el riesgo de que una mujer desarrolle endometriosis en su vida adulta. Las mujeres que enfrentaron situaciones como abuso sexual, violencia, pobreza, pérdida de un familiar o vivieron con padres con problemas emocionales o conductuales, presentaron un 20 por ciento más de probabilidades de ser diagnosticadas con esta enfermedad.
Relación entre trauma infantil y salud ginecológica
Los investigadores encontraron que la violencia infantil, en particular, mostró el vínculo más fuerte: duplicó el riesgo de desarrollar endometriosis. Además, el estudio observó que mientras más eventos adversos ocurrieran en la niñez, mayor era el riesgo. En los casos donde las mujeres habían experimentado cinco o más factores traumáticos, la probabilidad de presentar la enfermedad aumentó hasta en un 60 por ciento.
La investigación fue liderada por Marika Rostvall, médica y estudiante doctoral del Instituto Karolinska, en Suecia, quien explicó que estos hallazgos refuerzan la idea de que las experiencias tempranas de vida tienen efectos duraderos en la salud física y no solo en la mental o emocional.
¿Qué es la endometriosis y cómo afecta?
La endometriosis ocurre cuando un tejido similar al que recubre el útero crece fuera de él y se adhiere a otros órganos como los ovarios o el abdomen. Este tejido sangra durante el ciclo menstrual, causando dolor intenso, inflamación y adherencias entre órganos que pueden generar complicaciones en la salud reproductiva y en la calidad de vida.
Se estima que esta enfermedad afecta a 1 de cada 10 mujeres en edad fértil. A pesar de su frecuencia, aún no se comprende completamente qué la provoca, y el diagnóstico suele tardar años debido a que los síntomas se confunden con otros trastornos menstruales comunes.
Gracias a este estudio, los científicos buscan entender mejor los factores de riesgo que podrían influir en su desarrollo. La conexión con el trauma infantil ofrece nuevas perspectivas para futuras investigaciones sobre la relación entre experiencias emocionales tempranas y enfermedades físicas crónicas.
Hipótesis sobre el impacto del trauma en el cuerpo
Aunque se trata de un estudio observacional y no puede confirmar una relación causa-efecto directa, Rostvall propone dos posibles explicaciones del vínculo entre trauma infantil y endometriosis. Una de ellas sugiere que el estrés en la niñez podría debilitar el sistema inmunológico, reduciendo su capacidad para eliminar el tejido de endometriosis.
La segunda hipótesis apunta a que el trauma temprano podría influir en la forma en que el cuerpo percibe el dolor, lo que a su vez aumentaría la probabilidad de que una mujer sea diagnosticada con la enfermedad. En ambos casos, se destaca cómo los efectos de las experiencias infantiles pueden manifestarse en la salud muchos años después.
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Finalmente, los investigadores recalcan la importancia de observar a la persona como un todo, y no solo enfocarse en los síntomas físicos. Comprender el contexto emocional y social del paciente podría ser clave para mejorar los enfoques de diagnóstico y tratamiento de la endometriosis y otras enfermedades complejas.