¿Cómo reconocer el trastorno obsesivo-compulsivo desde edades tempranas? Esto recomienda un experto

CIUDAD DE MÉXICO.- El psiquiatra Ricardo Pérez Rivera, director médico del centro TOC Argentina, subrayó la importancia de detectar el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) desde edades tempranas, ya que puede afectar gravemente la calidad de vida si no se trata. En entrevista con Infobae en Vivo, señaló que entre el 1% y el 3% de la población mundial padece TOC diagnosticado, aunque muchas personas presentan síntomas sin llegar a recibir un diagnóstico formal.

Síntomas comunes y subdiagnóstico

Pérez Rivera explicó que hasta un 20% de la población experimenta conductas compulsivas, como pensamientos obsesivos o rituales físicos y mentales, que pueden pasar desapercibidos. Estos síntomas, aunque no siempre llegan a constituir un TOC clínico, pueden interferir en la rutina diaria, generando ansiedad, malestar o pérdida de tiempo si no se atienden a tiempo.

El especialista alertó sobre los riesgos del subdiagnóstico, especialmente porque algunas obsesiones pueden parecer hábitos inofensivos, como revisar puertas o lavarse las manos repetidamente. Estos comportamientos, al repetirse compulsivamente, revelan el control que el trastorno puede ejercer sobre quien lo padece.

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Factores culturales y experiencias personales

Durante la conversación, el médico también mencionó cómo el marketing actual de productos desinfectantes ha influido en la percepción del riesgo de contaminación, reforzando ciertas obsesiones propias del TOC. A diferencia de décadas pasadas, cuando se destacaba la limpieza general, hoy se promueven propiedades desinfectantes que pueden alimentar temores irracionales.

En el mismo programa, la periodista Carolina Amoroso compartió su experiencia personal con el TOC, describiendo cómo sus rituales de conteo influían negativamente en su rutina. Este testimonio ayudó a visibilizar que el trastorno no es simplemente una “manía” o costumbre rara, sino una condición seria que puede volverse limitante.

Pérez Rivera también insistió en la necesidad de que pediatras y docentes estén capacitados para reconocer señales de TOC desde la infancia. Aseguró que el 80% de los casos presenta síntomas antes de los 21 años, por lo que una detección temprana permite iniciar tratamientos adecuados antes de que el trastorno se agrave.

Tratamiento, riesgos emocionales y llamado a la acción

El tratamiento del TOC, indicó el especialista, requiere una combinación de terapia cognitivo-conductual y medicación, cuando es necesario. Sin embargo, advirtió que no todos los psicólogos están capacitados para abordar esta condición, por lo que es clave acudir con especialistas en trastornos obsesivos.

El psiquiatra también habló de los efectos emocionales del TOC: hasta el 80% de quienes lo padecen podrían desarrollar depresión. Esto se debe a la carga emocional constante de vivir con ideas intrusivas, muchas veces relacionadas con temas tabú como lo sexual o lo religioso, lo que contribuye al aislamiento y la culpa.

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Finalmente, Pérez Rivera resaltó la urgencia de buscar ayuda profesional, ya que en casos extremos el TOC puede llevar a conductas peligrosas o socialmente incapacitantes. Con un tratamiento adecuado, concluyó, es posible mejorar notablemente la calidad de vida, reducir los síntomas y recuperar el bienestar personal y laboral.