¿Cómo funciona el estrés postraumático? ¿Cuáles son las técnicas para superarlo?
Un psicólogo explica que el trastorno de estrés postraumático (TEPT) puede surgir tras experiencias dolorosas no resueltas, afectando cuerpo y mente incluso años después.
CIUDAD DE MÉXICO.- El trastorno de estrés postraumático (TEPT) puede afectar a cualquier persona que haya vivido una situación profundamente dolorosa o estresante. Así lo explicó el psicólogo argentino Juan Lucas Martin, especialista en fobias, ansiedad y trauma. “Trauma viene del griego y significa herida. Así como hay heridas físicas que no cicatrizan, también hay heridas en la mente que permanecen abiertas”, comentó en entrevista con Infobae.
El trauma como herida emocional
Según Martin, hay traumas que se superan con el tiempo, pero otros permanecen latentes. Aunque hayan pasado años, las personas pueden revivir el miedo, el dolor o la impotencia como si el evento hubiera ocurrido recientemente. La Asociación Americana de Psicología define el TEPT como una reacción a experiencias que amenazan la vida o la integridad, provocando un impacto profundo en la salud emocional.
Martin lleva más de dos décadas desarrollando un enfoque que combina la psicología clínica con técnicas de neurociencia y sabiduría oriental. Este enfoque busca no solo tratar los síntomas del trauma, sino también transformar la relación que la persona tiene con su dolor pasado, ayudándole a recuperar el equilibrio emocional.
Una experiencia universal, no solo de guerra
Una idea común es que el estrés postraumático solo afecta a veteranos de guerra. Martin desmiente ese mito: “Hay traumas con T mayúscula y con T minúscula. Todos pueden dejar huella”. Los desencadenantes van desde accidentes, pérdidas, rupturas amorosas y enfermedades, hasta abusos o traiciones. En muchos casos, las emociones físicas como la taquicardia o la tensión muscular son señales de que un trauma no ha sido resuelto.
Para Martin, los traumas no resueltos de la infancia hacen que todo lo que ocurre en la vida adulta se viva con mayor intensidad emocional. Por eso, propone trabajar esas heridas primarias para evitar que afecten el presente y el futuro. Él mismo atravesó una enfermedad grave que lo llevó a explorar diversas terapias y métodos de sanación.
Actualmente radicado en California, Martin ofrece conferencias y cursos en América Latina y Estados Unidos. Su programa más conocido, Cambia tu Mente, Cambia tu Cuerpo, Cambia tu Vida, ha impactado a más de 200 mil personas y se basa en liberar bloqueos emocionales y reprogramar el cuerpo para salir del estado constante de alerta que deja el trauma.
Técnicas para sanar desde el cuerpo y la mente
El TEPT incluye síntomas como revivir el trauma en recuerdos o sueños, evitar situaciones que lo recuerdan, y mantenerse en un estado crónico de alerta. Martin destaca que el cuerpo tiene memoria y muchas veces es ahí donde se manifiestan los traumas no sanados. Sensaciones como tensión en el pecho o el estómago pueden indicar que una emoción está atrapada.
Para tratar estos síntomas, utiliza dos técnicas: Emotional Freedom Technique (EFT) y Neuro Emotional Technique (NET). Ambas trabajan directamente sobre el cuerpo y el sistema nervioso, más allá del relato verbal. EFT consiste en dar pequeños golpecitos en puntos específicos del cuerpo mientras se piensan emociones difíciles. NET, en cambio, se enfoca en liberar la carga emocional asociada a eventos pasados.
Estas herramientas, según Martin, no sustituyen la terapia tradicional ni los tratamientos médicos, pero pueden ser de gran ayuda como complemento o práctica autónoma. En su página web, ofrece meditaciones guiadas, clases en línea y el acceso gratuito a estas técnicas para quienes deseen comenzar un proceso de autoconocimiento y sanación.
Visualizar el bienestar también transforma
Una de las prácticas clave que enseña Martin es la visualización positiva. Con los ojos cerrados, la persona imagina cómo quiere sentirse: tranquila, sana, segura. Esta técnica, usada también en medicina y deportes, tiene base científica. El cerebro no distingue entre lo real y lo imaginado con intensidad. Por lo tanto, si se visualiza un estado de bienestar, el cuerpo responde químicamente con hormonas como serotonina y dopamina.
El principio es el mismo que se observa en una fobia: si alguien le teme a volar y se imagina en un avión, su cuerpo reacciona como si estuviera volando. Martin propone aplicar este mecanismo en sentido positivo: si el cerebro cree que estamos bien, empieza a actuar en consecuencia.
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“El trauma no se borra, pero se puede recordar sin dolor”, resume el psicólogo. Sus propuestas combinan ciencia y espiritualidad, y apuntan a una transformación integral. En lugar de evitar el dolor, invita a enfrentarlo con herramientas prácticas y accesibles, para que cada persona pueda sanar a su propio ritmo y construir una vida más libre de miedo.