¿Aire frío, tibio o caliente? La mejor forma de usar el secador sin dañar el pelo
Por eso, los expertos recomiendan usar aire frío para el secado diario, ya que ayuda a sellar las cutículas, prevenir el frizz y prolongar el peinado.
CIUDAD DE MÉXICO.- En toda rutina de cuidado del cabello, hay productos que no pueden faltar: el champú, el acondicionador y un buen peine. Pero además de estos básicos, también están los aparatos para estilizarlo, como el secador de pelo, que se ha vuelto un aliado indispensable, tanto para quienes llevan el cabello corto como para quienes lo tienen largo. Este aparato no solo es útil por razones estéticas, sino también por motivos de salud capilar.
Un básico en el cuidado capilar diario
El secador moderno ofrece varias opciones de temperatura: aire frío, tibio y caliente. Aunque el aire caliente puede parecer la opción más rápida para secar el pelo, su uso frecuente sin protección puede dañarlo. Según dermatólogos, dejar el cabello húmedo por mucho tiempo puede debilitarlo, provocar frizz, romperlo y hasta facilitar la aparición de hongos como el de la caspa, lo que hace del secador una herramienta práctica, pero que debe usarse con precaución.
Además de acelerar el proceso de secado, este aparato también permite peinar el cabello de distintas formas: desde un look súper liso hasta ondas con volumen. Y si tienes flequillo, probablemente sabes lo útil que puede ser para moldearlo a tu gusto. Sin embargo, el tipo de aire que elijas influye directamente en la salud de tu pelo.
Ventajas del aire frío en el secado diario
Una de las mejores opciones para el uso cotidiano del secador es el aire frío. Esta temperatura es ideal para evitar la exposición constante al calor, lo cual puede resecar y dañar el cabello con el tiempo. Secar el pelo a una distancia de unos 15 centímetros y con aire tibio o frío, además de aplicar un protector térmico, puede ayudar a mantenerlo sano y brillante.
El calor abre las cutículas del cabello, lo que lo vuelve más vulnerable a daños. Por eso, muchas veces en los salones de belleza preguntan si pueden enjuagar el pelo con agua fría o finalizar el secado con aire frío. Esto se debe a que el frío ayuda a sellar las cutículas, lo que previene el frizz, mejora el brillo y fortalece la fibra capilar.
Un consejo práctico: después de absorber el exceso de humedad con una toalla de microfibra (sin frotar para evitar quiebres), se puede secar el cabello con temperatura media y finalizar con aire frío. Este paso extra ayuda a controlar el encrespamiento y a fijar mejor el peinado.
Un truco para prolongar el estilo y mantener la salud capilar
El uso del aire frío no solo sirve para evitar daños, también puede ayudar a que el peinado dure más tiempo. Ya sea que te hayas alisado el pelo, hecho ondas o estilizado las puntas, pasar aire frío al finalizar ayuda a fijar la forma. Incluso al día siguiente, este truco puede usarse para levantar las raíces y evitar que el cabello se vea plano o apelmazado.
Otro beneficio poco conocido es que el aire frío ayuda a mantener el pelo limpio por más tiempo. A diferencia del aire caliente, que puede estimular la producción de sebo en el cuero cabelludo, el frío contribuye a que el cabello luzca menos graso. También se recomienda usar agua fría en el enjuague final durante la ducha para mejorar este efecto.
En resumen, no se trata de eliminar por completo el uso del aire caliente, sino de usarlo con moderación. Cuando sea necesario estilizar el cabello con calor, es indispensable aplicar un protector térmico. Pero para el día a día, incorporar el aire frío como parte de la rutina puede marcar una gran diferencia en la salud, apariencia y duración del peinado.