MÉXICO-. Una mujer protagoniza un nuevo episodio viral al explotar contra empleadas por una falla en la terminal

El Oxxo volvió a ser escenario de una escena que terminó en gritos, jaloneos y, sorprendentemente, una nalgada.

La tienda de conveniencia más famosa de México —presente casi en cada esquina— sumó otro episodio a su larga lista de videos virales protagonizados por clientes alterados. Esta vez, la protagonista fue bautizada en redes como la nueva “Lady Oxxo”.

Todo comenzó en la caja, donde una mujer, visiblemente molesta, intentaba realizar un pago o recarga. Al parecer, un fallo en la terminal desató su furia.

Los clientes comenzaron a grabar justo cuando el escándalo ya estaba encendido:

“¡¿Cómo la ve?! ¡¿Cómo la ve?! ¡Qué mal servicio!”, gritaba, mientras jaloneaba con fuerza la terminal para tarjetas bancarias.

“¡Vieja cabr...!” y una escena insólita

Cuando otra empleada se acercó a intentar calmar la situación, la mujer no bajó el tono. Al contrario, elevó su reclamo con insultos:

“¡Hija de su puta madre! ¡Trabaje bien! ¿24 horas y no lo hace? ¡Ya lleva rato así!”, gritaba sin detenerse.

Y mientras jalaba una vez más la terminal, lanzó una frase que dejó a todos atónitos:

“¡Vieja cabrona, bien que puede conectarla y desconectarla, nada más por contar su puto dinero!”

La trabajadora, visiblemente más tranquila, le sugirió:

“Vaya a otro Oxxo”.

Pero la clienta se negó, asegurando que tenían que atenderla ahí mismo. La situación escaló aún más cuando, de forma completamente inapropiada, la mujer le propinó una nalgada a la empleada. La escena provocó indignación inmediata.

En redes, el video acumuló miles de reacciones. Algunos comentarios fueron:

“Prefiero perder mi trabajo antes de dejar que alguien me agreda así”; “Dios no me pone estas situaciones, porque ahora sí me desconozco, qué coraje” y “Entiendo lo que quiere decir la señora, mas no justifico sus actos”.

El incidente reabrió el debate sobre el trato al personal de servicio y cómo algunas situaciones rebasan los límites del respeto y la civilidad.