¿Qué es el “cringe” y por qué todos los jóvenes lo dicen?

CIUDAD DE MÉXICO.- En los últimos años, las nuevas generaciones han adoptado una gran cantidad de expresiones que reflejan su forma de ver el mundo, muchas de ellas influenciadas por las redes sociales y la cultura global. Palabras como “random”, “literal”, “meh” o “ponele” pasaron de ser curiosidades lingüísticas a formar parte del habla cotidiana entre adolescentes y jóvenes adultos. Una de las más recientes en incorporarse al vocabulario juvenil es cringe, un anglicismo que ya se escucha en todo tipo de conversaciones informales.

Una expresión que se volvió cotidiana

Según la Real Academia Española (RAE), cringe se considera un extranjerismo y puede traducirse como “vergüenza ajena”, “grima” o incluso “dentera”. Aunque estas palabras existen desde hace tiempo en el español, cringe tiene un matiz particular que ha hecho que la juventud lo adopte con rapidez: no solo nombra la incomodidad, sino también una reacción emocional intensa y, a veces, compartida en redes.

Esta palabra se usa para describir situaciones que generan incomodidad por la actitud de alguien más, especialmente cuando esa persona intenta parecer original, simpática o interesante… sin lograrlo. Es esa sensación de encogerse por dentro al ver algo ajeno que resulta tan forzado o fuera de lugar que provoca rechazo.

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Cringe en acción: ejemplos que todos reconocen

La viralización del término también se debe a cómo se usa en redes sociales, donde los usuarios comparten videos y situaciones que les provocan cringe. Una tiktoker, por ejemplo, resumió en un video tres escenas que, según ella, resultan insoportables por lo incómodas que son. El video tuvo tanta repercusión que muchos jóvenes comentaron sentirse plenamente identificados.

La primera situación que menciona ocurre cuando alguien se hace un cambio de look —como cortarse el cabello o teñírselo— y publica una foto con frases como “cerrando etapas” o “renaciendo”. Para muchos, ese tipo de publicaciones suenan excesivamente dramáticas para un hecho cotidiano, y por eso causan incomodidad.

Otro caso común es cuando una pareja famosa anuncia su ruptura con un posteo conjunto lleno de frases genéricas como “fue de mutuo acuerdo” o “agradecemos lo vivido”. Aunque estos mensajes buscan ser respetuosos, a muchas personas les resultan poco auténticos y más bien forzados. Por último, la tiktoker señala como cringe cuando alguien crea una cuenta de Instagram para su mascota y le pone nombre y apellido, como si fuera una persona más.

¿Por qué sentimos tanta vergüenza ajena?

Aunque el contexto varía, el sentimiento detrás del cringe es universal. Según Psychology Today, la vergüenza ajena está más presente que nunca en la cultura actual. La doctora en Filosofía Janina Steinmetz explica que esa sensación de incomodidad puede generar incluso un malestar físico, como si estuviéramos presenciando una violación evidente de las normas sociales.

Steinmetz sostiene que cuando alguien intenta parecer interesante o simpático y no lo logra, el espectador experimenta esa incomodidad porque reconoce lo que está mal en la situación. Compartir el cringe en redes permite que las personas se conecten entre sí al sentir que todos entienden qué reglas se están rompiendo, y así se forma una especie de comunidad que “sabe” más que quien cometió el error.

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En ese sentido, lo cringe no solo es una moda lingüística, sino también una herramienta para marcar distancia frente a comportamientos considerados poco auténticos o fuera de lugar. A través del humor y la crítica, quienes usan esta palabra construyen una identidad colectiva que valora la espontaneidad y castiga lo artificial. Aunque puede parecer solo una expresión más, cringe dice mucho sobre cómo las nuevas generaciones entienden el comportamiento social y las emociones compartidas.