Transformar tu caminata diaria en una actividad creativa puede aumentar tu motivación para realizarla, según un experto

CIUDAD DE MÉXICO.- Aunque a muchas personas les cuesta encontrar la motivación para salir a caminar, basta con un pequeño estímulo para que el paseo se vuelva irresistible. A veces es una paloma anidando en el jardín lo que impulsa a calzarse las zapatillas. Una vez en movimiento, el cuerpo y la mente suelen seguir sin demasiada resistencia. El autor Rob Walker, conocido por su libro El arte de notar, ha encontrado en los paseos una oportunidad para estar más presente y atento a lo que lo rodea.

Caminar con propósito: una forma creativa de moverse y conectar con el entorno

Walker propone transformar la caminata en una experiencia significativa imponiéndose pequeñas “misiones” que aporten novedad a lo cotidiano. Esto ayuda a evitar distracciones como revisar el celular o quedar atrapado en pensamientos repetitivos. “Podría haber dragones rondando por ahí que uno no los notaría”, dice con humor, subrayando cómo podemos perdernos lo extraordinario si caminamos en piloto automático.

Además de ser una práctica mentalmente estimulante, caminar también ofrece beneficios físicos bien documentados. Según Stacy Imagbe, profesora adjunta de kinesiología en Morehouse College, caminar con regularidad ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, depresión, ansiedad y diabetes. Y no es necesario alcanzar los famosos 10 mil pasos al día: con 4 mil ya se pueden obtener mejoras significativas para la salud.

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Escuchar, observar y fotografiar: caminar con todos los sentidos

Walker anima a activar sentidos que muchas veces se dejan de lado durante una caminata. “Estamos tan orientados visualmente que nos perdemos muchas cosas que suceden con nuestros otros sentidos”, comenta. Recomienda prestar atención a los sonidos del entorno: desde cantos de gallos hasta bocinas de barcos, como las que él escucha en Nueva Orleans. Este tipo de conexión auditiva enriquece la experiencia y refuerza el vínculo con el entorno.

Otra propuesta de Walker es salir con una meta visual. Por ejemplo, capturar imágenes como si se estuviera armando un calendario. “Se pueden tomar fotografías de lugares emblemáticos que tengan significado para uno o encontrar un tema como ‘jardines intrigantes’”, sugiere. Él mismo se siente atraído por objetos inusuales como bolardos o señales urbanas que otros podrían pasar por alto. Al final del año, esas fotos podrían incluso formar parte de un calendario personalizado.

Este tipo de enfoque no solo despierta la creatividad, sino que transforma la caminata en una especie de juego. Ya no se trata solo de recorrer una distancia, sino de buscar, notar, registrar. Así, lo que empezó como un simple paseo puede convertirse en una colección de imágenes que muestran cómo se ve y se siente un vecindario desde una mirada curiosa.

Contar, enfocar y sorprenderse: nuevas formas de motivarse al caminar

Contar elementos durante el paseo es otra estrategia sencilla para mantenerse presente. Camisetas de fútbol, tatuajes, gorras, letreros: cualquier cosa que abunde en la zona puede convertirse en un reto personal. “Durante la temporada de fútbol americano, cuento las camisetas de los New Orleans Saints”, cuenta Walker. Esta actividad, aparentemente trivial, obliga a mantener la atención y hace más llevadero pasar tiempo al aire libre.

Otra forma de explorar lo cotidiano con ojos nuevos es concentrarse en un color. Elegir uno, como el azul, y buscarlo durante toda la caminata puede revelar detalles que normalmente pasarían desapercibidos. “Uno se sorprende encontrando colores hermosos en un contexto desagradable”, afirma Walker. Tomar fotografías de esos descubrimientos agrega una capa extra de intención y juego al paseo.

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Incluso algo tan simple como un contenedor de basura puede volverse digno de admiración cuando se lo observa con atención. Lo importante es encontrar un punto de partida, por más mínimo que parezca, para reconectar con el entorno. Como demuestra la anécdota de una persona que fotografió un parche verde oscuro y lo compartió con Walker, a veces solo hace falta detenerse y mirar con otros ojos para descubrir lo bello que hay justo frente a nosotros.