¿Qué significa callarse para evitar conflictos, según la psicología?
Callarse para evitar conflictos puede parecer una solución sencilla, pero en realidad puede generar resentimientos y problemas mayores a largo plazo.

CIUDAD DE MÉXICO.- Muchas personas eligen no decir lo que piensan o sienten ante ciertas situaciones para evitar conflictos. Esta conducta, que a simple vista parece prudente o conciliadora, podría tener consecuencias negativas, según explicó la psicóloga Berenice Méndez. De acuerdo con la especialista, el miedo a generar problemas lleva a algunos a guardar su inconformidad, lo cual termina provocando precisamente lo que querían evitar: más conflictos.
El silencio no siempre es paz
Méndez, quien trabaja con terapia individual y de pareja, explicó a través de su canal de TikTok que cuando una persona se calla de forma constante, comienza a acumular sentimientos de enojo o frustración. “Te empezás a alejar primero emocionalmente y luego físicamente”, detalló, agregando que esta acumulación puede expresarse más tarde de forma hostil o desproporcionada.
“Llega un punto en que explotás por un detalle que no era para tanto”, comentó la psicóloga. Esta reacción puede hacer que la persona luzca como exagerada, cuando en realidad el problema se fue gestando con el tiempo. Por eso, Méndez enfatizó la importancia de la asertividad: decir las cosas de forma clara y respetuosa no solo evita malos entendidos, sino que también fortalece la confianza en cualquier tipo de relación.
Lo que hay detrás del miedo al conflicto
Desde la psicología se entiende que esta conducta puede ser una forma de protegerse del dolor. Según el sitio especializado Psychology Today, la doctora Erin Leonard identificó dos tipos de personas que evitan el conflicto: las que lo hacen por autoconservación y las que lo hacen por razones egoístas. En el primer caso, la intención puede ser evitar dramas innecesarios; en el segundo, el objetivo es evadir la responsabilidad por actos dañinos.
Leonard explica que cuando alguien convive con una persona que no acepta otras perspectivas, pueden generarse tensiones importantes. Si una parte de la relación se niega a reconocer los sentimientos u opiniones del otro, se crea un ambiente en el que el diálogo se vuelve difícil y surge una lucha de poder. Esto puede dejar al otro miembro de la relación sintiéndose poco valorado o incluso humillado.
En esos casos, la persona que ha sido silenciada puede sentir que solo tiene dos opciones: ceder o contraatacar. Ambas reacciones suelen empeorar la situación. Por eso, la comunicación clara y oportuna se vuelve fundamental para evitar que los desacuerdos se conviertan en batallas emocionales más profundas.
El poder de hablar a tiempo
Evitar conflictos no siempre es sinónimo de madurez o armonía. En muchas ocasiones, se trata de una estrategia que oculta miedo, inseguridad o incluso manipulación. La psicóloga Leonard señala que algunas personas prefieren callar porque de ese modo pueden continuar con comportamientos egoístas sin ser cuestionadas. Esto no solo daña a la pareja, sino también a la dinámica de confianza en la relación.
Por el contrario, cuando se dice lo que se piensa con respeto y claridad, se abre la posibilidad al entendimiento mutuo. Este tipo de comunicación es conocida como asertiva y permite expresar necesidades sin agredir ni someterse. Hablar a tiempo evita resentimientos, malentendidos y explosiones emocionales innecesarias.
En resumen, quedarse callado no siempre es la mejor opción. Identificar las razones detrás del silencio y aprender a comunicar lo que sentimos puede ayudar a construir relaciones más sanas y honestas. La clave está en expresar sin agredir y escuchar sin juzgar.
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