El aparato en tu hogar que consume mucha energía sin que lo notes

CIUDAD DE MÉXICO.- En muchos hogares, el consumo eléctrico no siempre se mide con atención. Es común caer en descuidos que parecen inofensivos pero que, al acumularse, elevan el costo de la boleta mensual. Desconocer cómo y cuándo se consume la energía puede representar un golpe para la economía familiar, especialmente cuando no hay hábitos conscientes de ahorro.

Pequeñas acciones cotidianas pueden impactar tu bolsillo y el medio ambiente

Desde el Programa Federal de Gestión de la Energía de los Estados Unidos se han identificado ciertas prácticas que los usuarios deberían revisar tanto al estar en casa como al salir. Estas recomendaciones buscan generar conciencia sobre el uso racional de la energía eléctrica, con un enfoque tanto económico como ambiental.

Uno de los errores más frecuentes es dejar enchufados aparatos como televisores, microondas o computadoras, aun cuando no están en uso. Muchos piensan que si el equipo está apagado, no consume electricidad, pero eso no siempre es cierto. Algunos dispositivos siguen utilizando energía en un modo llamado stand-by o de espera, lo cual suma al consumo total.

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El consumo en espera: un gasto silencioso

Este tipo de gasto, aunque parece menor, tiene consecuencias visibles en la factura mensual. Según datos de la consultora Sensorfact, el consumo fantasma representa el 2% del total de electricidad utilizada a nivel mundial y el 1% de las emisiones de dióxido de carbono. Si bien la cifra puede parecer pequeña, se trata de energía desperdiciada que no se recupera, y cuya generación afecta al medio ambiente.

Incluso con los avances tecnológicos, muchos equipos modernos aún consumen electricidad en modo stand-by. Por ejemplo, una computadora de escritorio puede usar hasta 30 vatios estando apagada pero conectada. En este contexto, lo más recomendable es desconectar los aparatos del tomacorriente una vez que se termina de usarlos, especialmente aquellos que no requieren estar activos todo el tiempo, como los cargadores o pequeños electrodomésticos.

La excepción más común en este hábito es el refrigerador, ya que por su función necesita estar conectado constantemente. Sin embargo, otros dispositivos de cocina como cafeteras, licuadoras o microondas pueden desenchufarse sin problema cuando no están en uso, ayudando a reducir el consumo innecesario.

Un pequeño cambio, un gran impacto ambiental

El llamado “consumo fantasma” puede evitarse con acciones simples y cotidianas, como instalar regletas con interruptores, programar temporizadores o, simplemente, desenchufar lo que no se usa. Estos pasos no solo alivian la carga económica del hogar, sino que también contribuyen a metas globales más amplias.

Reducir este tipo de consumo es clave para cumplir con los acuerdos climáticos internacionales de cara a 2050. A medida que el mundo transita hacia fuentes de energía renovables y más limpias, es esencial disminuir el derroche eléctrico en todos los sectores, incluido el doméstico.

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Crear una cultura de ahorro energético no solo es una medida responsable, sino también necesaria. Tomar conciencia del consumo silencioso que ocurre todos los días puede marcar una diferencia significativa en la economía familiar y en el cuidado del planeta.