ESTADOS UNIDOS-. Un video viral en redes sociales ha reavivado el debate en torno a uno de los programas más emblemáticos de la televisión estadounidense: Extreme Makeover: Home Edition.

Aunque el show prometía cambiar vidas al reconstruir hogares para familias necesitadas, una reciente explicación en video revela que no todo era felicidad tras la remodelación.

¿Una bendición disfrazada de deuda?

En el video, un joven explica cómo el programa, famoso por su icónica frase “¡Move that bus!” y por regalar viviendas completamente nuevas, seleccionaba a familias con historias conmovedoras: enfermedades graves, pérdidas por desastres naturales o situaciones de injusticia. “No es que fuera algo malo”, comenta, “pero la televisión se estaba aprovechando un poco de las desgracias ajenas”.

El problema surgía después de la transformación. Aunque las casas eran completamente gratuitas, las familias seguían siendo responsables de pagar los impuestos, la electricidad, el agua y el mantenimiento de propiedades mucho más grandes, modernas y tecnológicas que las que tenían antes. Para muchas familias de clase media-baja, esto se volvió insostenible.

“Más del 70% de las familias que aparecieron en el programa terminaron vendiendo la casa”, menciona el autor del video.

Algunas no solo no podían pagar los costos, sino que también enfrentaban dificultades al intentar vender una casa de lujo ubicada en barrios humildes, donde el valor del inmueble no correspondía con el entorno.

El video alcanzó 78 mil reacciones, con comentarios como: “Nada les embonaba a los dueños, ni a los vecinos”, “Los impuestos debieron ser muy costosos”, y “Pero pueden alquilarla o venderla”, reflejando la mezcla de empatía y sorpresa entre los internautas.

Así, lo que parecía una bendición en pantalla, fuera de cámaras pudo convertirse en una carga que muchas familias no estaban preparadas para asumir.