La dieta supera al trasplante fecal: nuevo estudio destaca el poder de la alimentación para sanar el intestino
Un nuevo estudio publicado en Nature revela que una dieta rica en fibra es más efectiva que los trasplantes fecales para restaurar la salud intestinal después del uso de antibióticos.

CIUDAD DE MÉXICO.- Aunque parezca increíble, los trasplantes fecales se han vuelto una opción popular en medicina para tratar problemas como el cáncer, el envejecimiento e incluso trastornos intestinales. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Nature sugiere que hay un camino más simple y, sobre todo, más apetitoso para mejorar la salud intestinal: la alimentación saludable.
Una alternativa más apetitosa a los trasplantes intestinales
Investigadores internacionales descubrieron que una dieta rica en fibra es más efectiva que los trasplantes de microbiota fecal (FMT, por sus siglas en inglés) para restaurar el equilibrio de bacterias en el intestino, especialmente después de tomar antibióticos. Estos medicamentos, aunque necesarios, tienden a eliminar tanto las bacterias dañinas como las benéficas, dejando el sistema digestivo vulnerable.
“Actualmente hay mucho interés en los trasplantes fecales para recuperar la microbiota intestinal, pero nuestra investigación muestra que sin una dieta adecuada, no funcionan bien. De hecho, una buena dieta por sí sola funciona mejor”, explicó Joy Bergelson, vicepresidenta ejecutiva de la división de Ciencias de la Vida de la Fundación Simons.
La dieta, clave para una recuperación efectiva
Para comprobarlo, los científicos realizaron experimentos con ratones. A algunos se les alimentó con una dieta occidental —alta en grasa y baja en fibra— y a otros se les dio una alimentación más equilibrada y saludable. Todos fueron tratados con antibióticos para simular un daño en su microbiota intestinal.
Los resultados fueron claros: los ratones con dieta saludable recuperaron su flora intestinal casi por completo en solo una semana. En cambio, aquellos que siguieron la dieta occidental no lograron recuperarse del daño; su intestino quedó dominado por una sola bacteria, sin señales de regeneración natural a lo largo de varias semanas.
Incluso cuando se aplicaron trasplantes fecales, los ratones con mala alimentación no mejoraron. El trasplante solo tuvo éxito en los ratones que ya estaban consumiendo una dieta rica en nutrientes y fibra, lo que sugiere que el entorno alimenticio es determinante para que los “microbios buenos” puedan establecerse.
Fibra: la gasolina para tu microbiota
“El concepto detrás del trasplante fecal es simple: introducir bacterias saludables en un intestino dañado. Pero si la dieta es pobre, esas bacterias no tienen con qué alimentarse ni cómo sobrevivir”, detalló Megan Kennedy, coautora del estudio y científica en la Universidad de Chicago. “En una dieta poco saludable, el trasplante simplemente no se sostiene”.
Esta investigación ayuda a explicar por qué algunos trasplantes fecales funcionan mejor que otros. Y para quienes no están considerando este tipo de tratamientos, es un recordatorio poderoso: lo que comemos influye directamente en nuestra salud intestinal.
Alimentos como frutos rojos, frijoles, nueces, semillas, avena, lentejas y aguacate no solo son sabrosos, también son aliados importantes para mantener un intestino equilibrado. Elegir una dieta rica en fibra es, según la ciencia, la mejor medicina preventiva para el bienestar digestivo.
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