Es oficial: tu alimentación te está deprimiendo, según la ciencia

CIUDAD DE MÉXICO.- Una reciente investigación publicada en BMJ Nutrition, Prevention & Health encontró una relación preocupante entre las dietas restrictivas en calorías y el aumento de síntomas depresivos. Aunque no es una sorpresa que limitar severamente la comida pueda impactar el estado de ánimo, el estudio ofrece nuevos datos que ayudan a entender mejor este vínculo.

Dieta estricta y salud mental: nueva evidencia sobre sus efectos emocionales

El análisis incluyó a más de 28,000 adultos en Estados Unidos, cuyas rutinas alimenticias fueron clasificadas en cuatro categorías: dietas con restricción calórica, dietas bajas en nutrientes como grasas, patrones alimentarios establecidos (como la dieta mediterránea), y personas que no seguían ningún régimen específico. Sorprendentemente, el 87% no estaba a dieta, mientras que solo el 8% practicaba restricción calórica.

Los investigadores detectaron que las personas que seguían dietas restrictivas mostraban niveles más altos de angustia emocional y física que aquellas sin una dieta específica. Este patrón fue más marcado en hombres y en quienes tenían sobrepeso, lo que sugiere que el impacto negativo puede ser mayor en quienes ya enfrentan desafíos relacionados con su peso.

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Más allá del estado de ánimo: riesgos asociados con la depresión

La depresión no solo afecta la calidad de vida y las relaciones sociales, sino que también se asocia con enfermedades graves como diabetes, accidentes cerebrovasculares, demencia y trastornos de ansiedad. En ese contexto, el psiquiatra Venkat Bhat, autor principal del estudio, advirtió sobre los peligros de adoptar dietas demasiado estrictas sin supervisión médica.

Bhat señaló que es especialmente riesgoso para personas que ya viven con estrés relacionado con su peso. Por ello, recomendó evitar restricciones calóricas severas y optar por cambios de alimentación equilibrados, sostenibles y que cubran todas las necesidades nutricionales.

El estudio también halló que la calidad de la dieta influye directamente en la salud mental. Aquellos cuya alimentación incluía muchos alimentos ultraprocesados (UPFs, por sus siglas en inglés) eran más propensos a reportar síntomas depresivos. En Estados Unidos, cerca del 60% de las calorías diarias provienen de este tipo de productos.

El rol protector de la dieta mediterránea

Como contraste, las personas que seguían una dieta mediterránea presentaban menores índices de depresión. Este patrón alimenticio, basado en frutas, verduras, nueces, pescado y grasas saludables, ya ha sido vinculado en estudios anteriores con una reducción del 30% en el riesgo de depresión.

En un contexto más amplio, una encuesta de Gallup en 2023 reveló que el 29% de los adultos estadounidenses ha sido diagnosticado con depresión en algún momento de su vida, y el 18% la padece actualmente o está en tratamiento. Estas cifras subrayan la necesidad de prestar atención al papel que juega la alimentación en la salud mental.

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Aunque el estudio tiene limitaciones —como el hecho de basarse en encuestas autodeclaradas— sus autores esperan que futuros trabajos profundicen en la relación entre las dietas restrictivas y la salud emocional. Mientras tanto, los especialistas insisten en priorizar una alimentación variada y balanceada, en lugar de seguir planes extremos que podrían dañar más de lo que ayudan.