¿Cuál es la historia oscura de los Labubus, los juguetes más populares?

CIUDAD DE MÉXICO.- Los Labubu, unos pequeños monstruos de peluche con orejas puntiagudas y dientes afilados, se han convertido en una sensación global. Aunque hoy son omnipresentes en TikTok, Instagram y hasta en los bolsos de celebridades como Lisa de Blackpink o Kim Kardashian, su camino al estrellato fue largo. Creado hace una década por el ilustrador Kasing Lung, el personaje nació originalmente en libros ilustrados inspirados en la mitología nórdica.

En 2019, Lung se asoció con Pop Mart, una empresa china especializada en juguetes coleccionables. Pero fue hasta 2023, con el lanzamiento de los llaveros Labubu, que el personaje despegó definitivamente. Desde entonces, no solo se volvió viral, sino que apareció en manos de figuras influyentes del entretenimiento y el deporte, reforzando su estatus como ícono cultural.

Las redes sociales jugaron un papel clave. Actualmente, hay más de 1,4 millones de publicaciones con el hashtag #Labubu en TikTok, donde los usuarios muestran sus colecciones, outfits inspirados en el personaje e incluso disfraces. El furor no ha sido pasajero: Labubu ha logrado lo que muchos juguetes sueñan, fusionar el juego con el estilo de vida.

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Más que un juguete, una declaración de estilo

Parte del éxito de Labubu radica en su capacidad para trascender su función como juguete. Muchos fans lo han convertido en un accesorio de moda, colgándolo en mochilas, cinturones o espejos retrovisores. Esta versatilidad, sumada a su estética peculiar, ha sido clave para conectar con un público que valora tanto la originalidad como la personalización.

El fenómeno ha sido tan rentable que en 2024 Pop Mart duplicó sus ingresos, superando los 1.800 millones de dólares. Solo los peluches Labubu representaron casi una cuarta parte de sus ventas, con un aumento del 1.200% respecto al año anterior. Además, se apoyaron en la estrategia de “caja sorpresa”, donde el comprador no sabe qué modelo le tocará, alimentando la emoción del coleccionismo.

Pop Mart ha diversificado su oferta con Labubus para todos los bolsillos. Los precios oscilan entre 20 y 300 dólares, aunque hay ediciones limitadas o colaboraciones especiales que se venden a cifras más altas. Según la empresa, esta variedad permite que más personas accedan a los personajes sin importar su nivel de ingresos.

El auge del coleccionismo adulto y los retos logísticos

A diferencia de otros juguetes, una gran parte del mercado de Labubu está compuesta por adultos, especialmente mujeres mayores de 18 años. En 2024, este grupo fue responsable de un aumento de más de 800 millones de dólares en el mercado estadounidense. En el primer trimestre de 2025, las ventas a mayores de edad crecieron 12%, reafirmando que los adultos son actualmente el grupo que más gasta en juguetes.

No obstante, el éxito ha traído complicaciones. La creciente demanda ha generado escasez en algunas regiones, largas filas en tiendas y, en casos extremos, conflictos en centros comerciales. En el Reino Unido, Pop Mart incluso tuvo que suspender temporalmente la venta física para reorganizar su sistema de distribución.

Además, el mercado de reventa se ha disparado. Algunos fans denuncian precios inflados en quioscos no oficiales. La influencer Kena Flynn, por ejemplo, compartió en TikTok cómo encontró Labubus a precios “realmente malos” en un centro comercial de Los Ángeles, aunque su pareja compró un par de todas formas. “Solo quiero un Labubu y no puedo conseguir uno directamente”, lamentó.

Planes a futuro para un fenómeno en expansión

Para hacer frente a la demanda, Pop Mart planea abrir 50 tiendas más en Estados Unidos antes de que termine el año. También promete nuevas ediciones de Labubu inspiradas en festividades y temporadas, buscando mantener fresco el interés del público y asegurar que el personaje siga vigente en la cultura pop.

Aunque las tensiones comerciales entre China y otros países, especialmente Estados Unidos, podrían influir en los precios y la disponibilidad, la empresa asegura estar preparada. Sus productos se fabrican en diversas partes de Asia y están ampliando su red de distribución en línea, en tiendas físicas y a través de máquinas expendedoras de cajas sorpresa.

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Así, lo que comenzó como un personaje de cuento se ha transformado en un ícono global de la cultura pop y del coleccionismo moderno. Con su mezcla de ternura y rareza, Labubu parece estar aquí para quedarse, demostrando que incluso un monstruo con dientes puede robar corazones.