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Muebles que crujen en la noche: explicación científica de un fenómeno común en casa

Aunque a simple vista parezca un espacio tranquilo, el hogar está lleno de enigmas cotidianos.

Muebles que crujen en la noche: explicación científica de un fenómeno común en casa

Aunque a simple vista parezca un espacio tranquilo, el hogar está lleno de enigmas cotidianos. ¿Cómo llegó esa cucaracha sin invitación? ¿Por qué las frutas se echan a perder más rápido algunas semanas? ¿Qué hace que las flamas de la estufa cambien de color? ¿Existe una fórmula mágica para limpiar más rápido? Incluso detalles como la distancia ideal entre el sillón y la televisión pueden generar debate.

Pero hay un misterio en particular, uno tan común que muchas películas lo han utilizado para provocar escalofríos, aunque rara vez lo cuestionamos: el extraño crujido de los muebles por la noche. Seguro lo has escuchado... ese sonido que aparece justo cuando todo está en silencio, y tu primer pensamiento es: “fantasmas”. Calma. La explicación es mucho más terrenal (aunque no necesariamente tranquilizadora).

¿Por qué los muebles hacen ruidos extraños cuando cae la noche?

No es brujería, ni la manifestación de recuerdos amargos. La causa de esos ruidos está en la naturaleza misma de los materiales que componen nuestros muebles. Principalmente, la madera. Este material orgánico se expande y se contrae al ritmo de los cambios de temperatura y humedad.

Durante el día, especialmente en climas cálidos, la madera absorbe calor y se expande ligeramente. Pero al llegar la noche y bajar la temperatura, ese proceso se revierte: la madera se enfría, se contrae y, al hacerlo, emite esos crujidos tan característicos. Es una especie de “suspiro” estructural. Este fenómeno se acentúa aún más en invierno, cuando el aire frío y seco impacta más intensamente sobre los materiales.

Y no solo le pasa a la madera. El plástico, presente en muchos objetos del hogar, también puede deformarse sutilmente con el cambio térmico, generando ruidos similares. Por si fuera poco, con el paso del tiempo, la madera pierde humedad de forma natural si está expuesta al aire, lo que la vuelve más rígida y propensa a crujir. Si además es madera antigua, los sonidos pueden intensificarse, indica Xataka.

¿Qué se puede hacer para evitar estos crujidos nocturnos?

Aunque no se pueden eliminar por completo, sí es posible reducir su frecuencia con algunas medidas sencillas:

  • Controla la humedad ambiental: Usa un humidificador para mantener el nivel de humedad entre 40% y 60%. Esto ayuda a evitar que la madera se seque en exceso.
  • Evita fuentes de calor directas: No coloques muebles de madera cerca de estufas, radiadores o ventanas muy soleadas.
  • Hidrata la madera: Aplica periódicamente aceites o ceras especiales para mantener la madera nutrida y flexible.
  • Ajusta tornillos y uniones: A veces el sonido no proviene solo del material, sino del movimiento de piezas flojas. Un simple apriete puede hacer una gran diferencia.

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