Constantemente sentir frío en manos o pies: ¿cuándo puede ser una señal de alerta?

CIUDAD DE MÉXICO.- Tener las manos o los pies fríos de forma constante puede parecer un simple malestar, pero en algunos casos es una señal que no debe tomarse a la ligera. Si bien muchas personas sanas experimentan esta sensación como una respuesta natural al frío, en otras puede reflejar problemas de salud más profundos.

Una sensación común con posibles causas médicas

De acuerdo con especialistas de Harvard Health, las extremidades frías pueden ser síntoma de múltiples condiciones médicas. Entre las causas más comunes se encuentran los trastornos neurológicos, endocrinos y cardiovasculares, además de enfermedades específicas como la anemia, la diabetes, el lupus, la esclerodermia o los trastornos tiroideos. Incluso ciertos medicamentos pueden provocar esta sensación.

Según la Ohio State University, manos y pies son más propensos a enfriarse porque están más alejados del corazón, lo que complica el paso de sangre caliente y oxigenada hacia estas zonas del cuerpo.

Lo Curioso | Noticias de México | EL IMPARCIAL

5 de mayo: Día Mundial de la Higiene de Manos

Síndromes y problemas circulatorios

La falta de masa muscular en las extremidades también limita su capacidad para generar calor. Algunas personas tienen una sensibilidad extrema al frío sin causa aparente, pero en muchos casos se relaciona con condiciones médicas, como el síndrome de Raynaud. Este trastorno provoca una contracción exagerada de los vasos sanguíneos en respuesta al frío.

El síndrome de Raynaud puede causar un cambio de color en los dedos —de blanco a azul o púrpura— y en casos graves, puede generar daño en los tejidos por la reducción del flujo sanguíneo. También se han reportado ulceraciones en la piel cuando la circulación no se restablece adecuadamente.

Otro problema frecuente es la mala circulación. Según Harvard Health, la aterosclerosis —que ocurre cuando se acumula grasa en las arterias— reduce el flujo de sangre a las extremidades. Esto puede notarse en pies que se ven morados al estar sentados o pálidos al acostarse.

Prevención, cuidados y estilo de vida

También puede aparecer una sensación de frío en los pies por daño en los nervios, conocido como neuropatía, algo común en personas con diabetes. A pesar de no estar fríos al tacto, los nervios dañados envían señales equivocadas al cerebro.

Para prevenir y controlar estas molestias, la Ohio State University recomienda usar ropa adecuada al clima: guantes, calcetines gruesos y varias capas de ropa para conservar el calor. Además, evitar sustancias como la nicotina y el alcohol ayuda a mantener una circulación saludable, ya que ambas restringen los vasos sanguíneos.

Hacer ejercicio de forma regular es clave para mejorar la circulación y fortalecer el sistema cardiovascular. Además de ayudar a mantener calientes las extremidades, el movimiento físico constante favorece una respuesta térmica más eficiente.

Factores ambientales y capacidad aeróbica

Un estudio publicado en la revista Taylor and Francis Online destaca la influencia del entorno en la regulación térmica. Factores como la altitud elevada o la falta de oxígeno (hipoxia) pueden alterar la forma en que el cuerpo reacciona al frío. En estas condiciones, el cuerpo puede tener respuestas contradictorias: aunque la hipoxia cause dilatación de los vasos, el frío intenso tiende a provocar lo contrario.

También podría interesarte: Descubren nueva vía para tratar enfermedades genéticas al nacer

Este mismo estudio indica que quienes tienen mejor capacidad aeróbica suelen manejar mejor la temperatura de sus extremidades cuando están expuestos al frío. Sin embargo, hay un punto en contra: estas personas suelen tener menos grasa corporal, lo que puede volverlas más susceptibles a enfriarse en general.