Correr lento, una estrategia efectiva para cuerpo y mente

CIUDAD DE MÉXICO.- Incluir sesiones de baja intensidad en la rutina diaria no solo fortalece el organismo, sino que también previene lesiones y mantiene la motivación, según estudios recientes y especialistas en actividad física. Lejos de ser una práctica exclusiva para quienes apenas comienzan a correr, el entrenamiento a ritmo suave está ganando popularidad por sus múltiples beneficios, tanto para la salud como para el rendimiento deportivo.

Correr lento, una estrategia efectiva para cuerpo y mente

Así lo señala un artículo de Runner’s World, que destaca cómo correr despacio, durante al menos treinta minutos al día, puede ser más efectivo que entrenamientos exigentes. Esta visión contradice la idea tradicional de que solo el esfuerzo intenso produce resultados, y plantea que el running moderado permite avanzar sin sobrecargar el cuerpo.

Este tipo de entrenamiento no solo evita lesiones, sino que también contribuye a mejorar la condición física general. Además, permite mantener una práctica constante, lo que es clave para obtener beneficios duraderos. Especialistas aseguran que esta es una forma más sostenible y saludable de mantenerse activo.

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Running accesible y beneficioso para todos

El running se ha convertido en una de las actividades físicas más populares por su accesibilidad. Según Runner’s World, basta con un calzado adecuado y la disposición de salir a correr para obtener grandes ventajas. No se necesita equipo costoso ni suscripciones a gimnasios, lo que facilita su adopción por personas de todas las edades y niveles de experiencia.

Esta práctica también se adapta fácilmente a la rutina diaria, ya que puede realizarse en parques, calles o pistas, y en casi cualquier horario. Esa flexibilidad ha convertido al running en una opción atractiva para quienes desean cuidar su salud sin complicaciones.

Entre los temas más discutidos por los corredores se encuentran la frecuencia y la intensidad del entrenamiento. ¿Se debe correr todos los días? ¿Qué tan rápido? Los expertos coinciden en que no hay una fórmula única, pero coinciden en que el ritmo lento y constante es seguro y beneficioso para la mayoría de las personas.

Zona 2: el secreto del ritmo lento

El artículo de Runner’s World recomienda correr a ritmo moderado dentro de la llamada “zona 2” de frecuencia cardíaca. Este rango equivale a entre el 60% y el 70% de la frecuencia cardíaca máxima, que puede estimarse restando la edad a 220. A esa intensidad, se puede mantener una conversación sin dificultad, lo que indica que el esfuerzo es controlado.

Entrenar en zona 2 mejora la capacidad aeróbica y facilita la recuperación muscular, haciendo que el ejercicio sea más llevadero y menos agresivo para el cuerpo. Esta técnica, además, permite mantener una rutina diaria sin riesgo de sobreentrenamiento.

Los beneficios van más allá de la condición física: correr a ritmo lento mejora el estado de ánimo, favorece la calidad del sueño y contribuye a una dieta flexible al ayudar a quemar calorías. También fortalece el sistema inmunológico, mejora la salud cardiovascular y reduce el riesgo de enfermedades crónicas.

Mejor rendimiento con menos esfuerzo

Además de cuidar la salud, el entrenamiento suave tiene un impacto positivo en el rendimiento deportivo. Carlos Rojo, corredor y especialista en equipamiento, explicó en Runner’s World que al correr despacio, el cuerpo utiliza oxígeno para convertir grasa y carbohidratos en energía, lo que se conoce como metabolismo aeróbico. Este proceso es más eficiente y sostenible.

Rojo también señala que entrenar en zona 2 estimula la producción de mitocondrias, las estructuras celulares encargadas de generar energía. Esto no solo mejora la resistencia, sino también la recuperación tras esfuerzos intensos, permitiendo entrenamientos más prolongados y efectivos.

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Incorporar sesiones suaves, según Rojo, no es un retroceso, sino una estrategia clave para progresar de forma segura. “Ayuda a proteger el cuerpo, a mejorar la eficiencia y a sostener la motivación a largo plazo”, afirmó. Una muestra clara de que, en el mundo del running, ir más despacio puede ser la mejor forma de avanzar.