Cuando Kees van Dongen pintó a su esposa como el paisaje más bello
Ambos vivieron una vida bohemia y vibrante en el París de comienzos del siglo XX, una ciudad que en esos años era el epicentro de la cultura y el arte moderno.
En el corazón del Museo Van Gogh de Ámsterdam cuelga un retrato que no solo captura la figura de una mujer, sino el eco de una historia de amor, arte y separación. De blauwe japon —El vestido azul, en su título en español— fue pintado por el expresionista neerlandés Kees van Dongen, y tiene como protagonista a su esposa y musa: la también artista Guus Preitinger.
Ambos vivieron una vida bohemia y vibrante en el París de comienzos del siglo XX, una ciudad que en esos años era el epicentro de la cultura y el arte moderno. Compartieron hogar en Le Bateau-Lavoir, un edificio de Montmartre tan barato como legendario, donde convivían con artistas como Pablo Picasso y Amedeo Modigliani. Eran jóvenes, soñadores, y el arte lo era todo.
Guus, además de pintar, solía posar para su esposo. Van Dongen llegó a decir que ella era “el paisaje más bello”, y en El vestido azul, pintado una década después de casarse, eso se siente con claridad. La obra, casi de tamaño real, muestra a Guus erguida, con la mano en la cadera y la mirada altiva. Su vestido azul, de un tono intenso y vibrante, contrasta con el fondo rojo y con la palidez de su piel, reflejando la estética intensa y los colores vivos que tanto admiraba su autor en Vincent van Gogh.
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Sin embargo, el estallido de la Primera Guerra Mundial separó sus caminos. Guus quedó atrapada en los Países Bajos mientras Kees permanecía en París, donde para 1918 ya compartía su vida con la diseñadora Jasmy Jacobs. Aquel amor tan pintado como sentido terminó en divorcio.
Con información de HA!