Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Lo Curioso / Ejercicio

El dolor en los pies puede arruinar las caminatas: ¿cómo evitarlo?

Expertos en podología explican que esto suele deberse al uso de calzado desgastado, mal ajustado o a un aumento brusco en la distancia recorrida.

El dolor en los pies puede arruinar las caminatas: ¿cómo evitarlo?

CIUDAD DE MÉXICO.- Caminar es una de las formas más sencillas y efectivas de hacer ejercicio. Ayuda al corazón, mejora el estado de ánimo y mantiene las articulaciones activas. Sin embargo, para muchas personas, esta actividad puede volverse incómoda si sienten dolor en los pies.

Caminar es saludable, pero no siempre cómodo

Aunque parezca un mal menor, este tipo de molestia no debe pasarse por alto, ya que puede reducir la motivación para mantenerse activo. Especialistas en podología consultados por Yahoo News! explicaron que hay varios factores que pueden provocar estos dolores, y que detectarlos a tiempo es clave para encontrar soluciones.

Uno de los aspectos más importantes a revisar es el estado del calzado. Con el uso, incluso los mejores zapatos pueden perder su capacidad de amortiguar los impactos, lo que afecta directamente la salud de los pies.

¿Cuándo es hora de cambiar los zapatos?

El podólogo Bradley Schaeffer indicó que los zapatos, al desgastarse, dejan de brindar el soporte adecuado. Suzanne Fuchs, otra experta en el tema, comentó que unas suelas gastadas hacen que el impacto al caminar recaiga directamente sobre los pies, causando molestias.

Melissa Lockwood, también podóloga, recomienda revisar con regularidad el estado de las suelas y la estabilidad del calzado. Si se nota que la amortiguación ya no funciona o que la banda de rodadura está muy gastada, es hora de reemplazarlos.

Como regla general, Lockwood sugiere cambiar de zapatos cada 483 a 805 kilómetros recorridos, lo que suele equivaler a unos seis meses de uso frecuente, aunque esto puede variar según la intensidad de las caminatas.

El calzado adecuado es más que una talla correcta

Tener un par de zapatos nuevo no significa automáticamente que sea el indicado. Richard Graves explicó que un calzado mal ajustado puede alterar la forma natural de caminar y forzar partes del pie a trabajar de más, generando dolor o lesiones como ampollas o juanetes.

Detectar este tipo de problemas no siempre es fácil. Por eso, los expertos sugieren acudir a tiendas especializadas donde profesionales pueden medir correctamente el pie y recomendar el tipo de zapato que mejor se ajuste.

Y si el dolor continúa incluso con un calzado adecuado, lo ideal es visitar a un podólogo deportivo. Este especialista puede analizar a fondo la forma en que se camina y proponer soluciones personalizadas.

Aumentar la actividad con cuidado y sin prisa

Las caminatas largas, sobre todo si se retoman tras un periodo de inactividad, deben incrementarse poco a poco. Durante la primavera, es común que las personas intenten caminar más sin una preparación adecuada, lo que puede terminar en lesiones.

Lockwood advierte que el cuerpo necesita tiempo para adaptarse a nuevos niveles de actividad. Aumentar la distancia de forma abrupta solo incrementa el riesgo de molestias o lesiones en pies y articulaciones.

Por eso, recomienda aumentar la distancia en tramos pequeños, como media milla a la vez, y dejar días de descanso entre caminatas largas. Esta estrategia ayuda a evitar el agotamiento y favorece la constancia en la actividad física.

Las plantillas también pueden marcar la diferencia

En otros casos, el problema está en la forma de caminar. Una marcha inadecuada puede provocar que el peso no se distribuya de manera equilibrada sobre el pie, causando presión excesiva en ciertas zonas.

Según Fuchs, este tipo de alteración en la biomecánica del cuerpo puede derivar en dolores persistentes e incluso en problemas más graves si no se atiende a tiempo. Un podólogo puede realizar un análisis detallado de la marcha para detectar estas irregularidades.

Una opción muy útil en estos casos son las plantillas ortopédicas personalizadas. Estas ayudan a corregir la postura del pie y a aliviar las molestias crónicas, facilitando una caminata más cómoda y saludable.

La prevención es clave para seguir disfrutando de caminar

Ajustar la rutina de caminatas y revisar regularmente el estado del calzado puede evitar muchas molestias. En la mayoría de los casos, estos cambios simples son suficientes para recuperar el bienestar al caminar.

Pero si el dolor persiste, Graves insiste en no ignorarlo. Buscar atención profesional a tiempo no solo resuelve el problema inmediato, sino que también previene complicaciones futuras que podrían limitar la actividad física.

También podría interesarte: Estudian relación entre la salud bucal y el dolor crónico en mujeres

Lockwood concluye que mantenerse activo es esencial para una vida sana, y que cuidar los pies es parte fundamental de ese proceso. Con una buena preparación, caminar puede seguir siendo una actividad placentera y accesible para todos.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados