¿Cuál es el mejor punto para comer las bananas? Cuáles son más saludables, según los expertos
Las bananas, en sus distintas etapas de maduración, ofrecen beneficios específicos para la salud.
CIUDAD DE MÉXICO.- Las bananas, también conocidas como plátanos, son una de las frutas más consumidas en todo el mundo y no es casualidad. Además de su sabor agradable y su practicidad para el consumo diario, son una fuente natural de energía que aporta potasio, vitamina B6, vitamina C, fibra y carbohidratos saludables. Este perfil nutricional las convierte en un alimento accesible y funcional para personas de todas las edades.
Más que una fruta común
Pero no todas las bananas son iguales. Su valor nutricional y sus efectos en el organismo cambian conforme avanzan en su proceso de maduración, el cual incluye al menos siete fases, desde el verde sólido hasta el amarillo con manchas marrones. Esto significa que, dependiendo de su color y textura, una banana puede tener usos y beneficios diferentes.
De acuerdo con la Escuela de Salud Pública de Harvard, esta fruta, a menudo subestimada, fue incluso considerada el primer “superalimento” por la Asociación Médica Estadounidense a inicios del siglo XX. Su utilidad iba más allá del simple aporte nutricional, pues se empleaba como parte del tratamiento para niños y personas con enfermedad celíaca.
El poder del plátano verde
Las bananas verdes han ganado protagonismo en estudios recientes por su alto contenido de almidón resistente (AR) y fibra dietética, dos componentes clave para la salud intestinal y el control de la glucosa. A diferencia de los carbohidratos simples, el almidón resistente llega intacto al intestino grueso, donde puede modificar positivamente la microbiota y ayudar a prevenir trastornos digestivos.
Una investigación internacional encabezada por las universidades de Leeds y Newcastle demostró que el almidón resistente logró reducir en más del 60% la aparición de ciertos tipos de cáncer fuera del intestino en personas con síndrome de Lynch, una condición hereditaria que aumenta el riesgo de tumores. El beneficio se mantuvo incluso diez años después de dejar de consumir el suplemento, según los resultados del estudio CAPP2.
Además, otros estudios han vinculado la banana verde con mejoras en problemas gastrointestinales, reducción de la diarrea persistente en niños y mejor control de la glucosa en adultos con sobrepeso o diabetes tipo 2. En personas con diabetes, los expertos recomiendan consumir bananas verdes o poco maduras, ya que su almidón se convierte más lentamente en glucosa, evitando picos bruscos de azúcar en la sangre.
Banana amarilla: equilibrio y energía rápida
A medida que la banana madura, su almidón se convierte en azúcares simples. Esto le da un sabor más dulce y la convierte en una fuente de energía inmediata, ideal como snack previo a la actividad física. En fases intermedias (como la fase 2 a 5), ofrece un buen equilibrio entre fibra, potasio y sabor, siendo una opción versátil para personas activas o en crecimiento.
Las bananas maduras también contienen antioxidantes que ayudan a combatir el estrés oxidativo. Aunque muchas personas evitan las bananas con manchas marrones, estas siguen siendo saludables. A menudo llamadas “bananas con pecas de azúcar”, conservan su valor nutricional y son más fáciles de digerir, especialmente para quienes buscan una fuente de energía rápida.
Así, la elección entre una banana verde, amarilla o muy madura no debería basarse solo en el gusto, sino también en las necesidades de cada persona. Para quien busca controlar su glucosa, una banana verde puede ser ideal; para alguien que necesita energía antes de hacer ejercicio, una más madura será más útil.
Una fruta para todos los días
Consumir una o dos bananas al día es seguro para la mayoría de las personas sanas. Aunque no existe una dosis exacta recomendada, los especialistas coinciden en que la clave está en la moderación y en adecuar el tipo de banana a los objetivos personales de salud.
Además de su aporte de energía, esta fruta contiene potasio, que ayuda a controlar la presión arterial; vitamina B6, esencial para la producción de glóbulos rojos; y vitamina C, que fortalece el sistema inmune. Una banana mediana tiene alrededor de 110 calorías y 15 gramos de azúcar natural, lo que la convierte en una opción razonable dentro de una dieta equilibrada.
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Eso sí, personas con insuficiencia renal o que toman medicamentos que alteran los niveles de potasio deben consultar a su médico antes de incluir bananas regularmente en su dieta. Pero para la mayoría, esta fruta sencilla y cotidiana puede ser una aliada poderosa para mejorar la salud de manera natural.