Aumenta la miopía infantil y expertos recomiendan más luz natural para prevenirla
La miopía infantil está en aumento a nivel mundial y especialistas advierten que pasar al menos dos horas al día al aire libre puede prevenirla o retrasar su aparición. E
CIUDAD DE MÉXICO.- El aumento de la miopía en niños y adolescentes se ha convertido en un tema preocupante a nivel mundial. Investigaciones recientes destacan que la exposición a la luz natural puede jugar un papel clave en la prevención y ralentización de esta condición visual. La miopía afecta la capacidad de ver objetos lejanos con claridad y su aparición temprana puede comprometer el desarrollo visual a largo plazo.
Luz natural como aliada de la salud visual
Miguel Ángel Sánchez Tena, investigador del Departamento de Optometría y Visión de la Universidad Complutense de Madrid, explicó que las actividades al aire libre ayudan a reducir significativamente el riesgo de desarrollar miopía. El estudio, publicado en Acta Ophtalmologica, reveló que al menos dos horas al día bajo luz natural intensa —superior a los 10,000 lux— resultan beneficiosas para la salud visual infantil.
Por su parte, el oftalmólogo Leonardo Fernández Irigaray, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Oftalmología Infantil (SAOI), respaldó estos hallazgos. Recomendó “dos horas por día al aire libre o al menos 14 horas semanales de luz diurna natural” como una medida efectiva para frenar la progresión de la miopía en edades tempranas.
Tecnología, hábitos visuales y recreo escolar
El uso prolongado de dispositivos electrónicos, donde predomina la visión cercana, ha sido señalado como un factor de riesgo para el desarrollo de la miopía. Los ojos deben mantenerse enfocados a corta distancia durante mucho tiempo, lo cual puede contribuir al aumento de este trastorno visual, especialmente en ambientes con poca iluminación natural.
Sánchez Tena sugirió integrar momentos al aire libre dentro de las rutinas escolares y actividades extracurriculares como una estrategia preventiva. Fernández Irigaray también enfatizó el valor de los recreos para fomentar juegos y movimiento fuera de las aulas, sobre todo en épocas frías, cuando los niños tienden a permanecer en interiores.
Además, recomendó limitar el uso de tecnología por la noche. “Es clave que durante las últimas horas del día, los chicos no usen pantallas”, indicó, ya que la luz artificial no reemplaza los beneficios de la exposición solar, y podría empeorar la progresión de la miopía.
El síndrome visual informático y cómo prevenirlo
La exposición excesiva a pantallas también puede provocar lo que los expertos denominan “síndrome visual informático”. Según Fernández Irigaray, este síndrome incluye síntomas como irritación ocular, visión borrosa y hasta molestias físicas como dolor de cabeza o cuello, afectando el bienestar general del menor.
Para prevenir estos efectos, el especialista recomendó aplicar la regla 20-20-20: cada 20 minutos frente a una pantalla, hacer una pausa de 20 segundos y mirar un objeto que esté a 20 pies (aproximadamente seis metros) de distancia. Esta sencilla medida puede aliviar la tensión ocular acumulada durante el día.
“No se trata de ir en contra de la tecnología”, aclaró Fernández Irigaray, “sino de educar a la población para que la utilice de manera saludable”. En la actualidad, donde la tecnología es parte esencial de la vida cotidiana, establecer buenos hábitos visuales desde la infancia resulta indispensable.
Ejemplos internacionales y políticas exitosas
Países como Taiwán han demostrado que políticas públicas enfocadas en el tiempo al aire libre pueden ser eficaces. El Ministerio de Educación de ese país implementó una norma que exige a los niños pasar al menos dos horas al día al aire libre, lo cual resultó en una notable disminución en los casos de miopía infantil.
China también realizó experimentos similares. En Guangzhou, las escuelas introdujeron 40 minutos adicionales de recreo al aire libre y lograron reducir la progresión de la miopía. Según Fernández Irigaray, estos resultados demuestran que “cuanta más exposición al aire libre tienen los niños, menor es la progresión de la miopía”.
Estos modelos internacionales podrían servir de inspiración para otros países que enfrentan el mismo problema de salud pública. La clave está en promover entornos escolares y familiares que prioricen el juego al aire libre como parte fundamental del desarrollo infantil.
Importancia de las revisiones oftalmológicas tempranas
Además de las actividades al aire libre, los especialistas insisten en la importancia de realizar controles visuales desde edades tempranas. La Sociedad Argentina de Oftalmología Infantil propone un calendario de revisiones: al nacer, a los seis meses, al año, a los tres años, a los cinco, y luego una vez al año.
Estas consultas permiten detectar a tiempo cualquier alteración visual que pueda afectar el aprendizaje, el desarrollo social y la calidad de vida de los niños. Fernández Irigaray reiteró que combinar chequeos periódicos con hábitos saludables puede ser una herramienta poderosa para combatir la miopía infantil.
Con acciones preventivas coordinadas entre familias, escuelas y autoridades de salud, es posible reducir el impacto de esta afección visual. La educación sobre cuidado ocular, junto con políticas públicas claras, representa un paso firme hacia la protección de la salud visual de las nuevas generaciones.