Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Lo Curioso | Noticias de México | EL IMPARCIAL / Descansar

Formas de descansar bien y recuperar la vitalidad, según expertos

En un mundo que valora la productividad constante, expertos en salud y escritores proponen replantear el descanso como una necesidad estructural, no un lujo.

Formas de descansar bien y recuperar la vitalidad, según expertos

CIUDAD DE MÉXICO.- En una cultura que glorifica la productividad constante como sinónimo de éxito, detenerse puede parecer un lujo o incluso una debilidad. Sin embargo, el cansancio que experimentan muchas personas va más allá del agotamiento físico: es también un síntoma de desconexión emocional, mental o social. Esta visión ha llevado a médicos, psicólogos y escritores a replantear el descanso no como una indulgencia, sino como una necesidad estructural.

Replantear el descanso: más allá del sueño y la productividad

Según la médica y autora estadounidense Saundra Dalton-Smith, existen al menos siete tipos de descanso: físico, mental, emocional, social, sensorial, creativo y espiritual. Esta clasificación permite entender por qué muchas veces, dormir ocho horas no es suficiente. El modelo tradicional, centrado únicamente en el sueño nocturno, resulta limitado frente a la complejidad de las demandas actuales.

Por ejemplo, una persona que lidia con una carga emocional intensa o con aislamiento social puede seguir sintiéndose agotada, aunque descanse físicamente. En estos casos, la recuperación exige otros caminos: compartir con alguien de confianza, desconectarse de estímulos digitales o dedicarse a una actividad creativa. No se trata solo de dormir más, sino de descansar mejor y de forma más integral.

La trampa del agotamiento constante

Dalton-Smith también ha señalado que la industria del bienestar ha convertido el sueño en un producto más, sin considerar otras dimensiones importantes de la fatiga. Frente a esto, propone hacer una evaluación personalizada para identificar qué tipo de descanso es el que realmente está faltando.

Por su parte, el escritor Alex Soojung-Kim Pang cuestiona que el ritmo laboral contemporáneo haya normalizado el agotamiento como si fuera un precio inevitable del éxito. En su opinión, descansar no disminuye el rendimiento, sino que lo hace posible: “cuanto mejor descanses, mejor trabajarás”, afirma.

Este tipo de cultura, que glorifica la disponibilidad constante, puede terminar por afectar la calidad del trabajo, provocando errores, decisiones impulsivas y una desconexión de la creatividad. En lugar de ver el descanso como una interrupción, Pang sugiere integrarlo como parte esencial de cualquier proceso productivo.

Pausas conscientes y descanso estructurado

Planificar el descanso puede parecer contradictorio, pero Dalton-Smith defiende la idea de que las pausas verdaderamente efectivas deben protegerse dentro de la rutina diaria. Esto significa, por ejemplo, aprovechar la hora del almuerzo como un momento real de desconexión, y no como una extensión del trabajo.

También propone incorporar “pequeños sabáticos” durante la semana laboral. Esto podría traducirse en una tarde libre de reuniones, una caminata sin propósito productivo o alguna actividad que no esté orientada a lograr un resultado. Lo importante es que estos momentos se vivan como pausas reales y no como recompensas esporádicas.

La escritora Katherine May, en su libro Invernando, también aporta una visión distinta del descanso. Inspirada en los ciclos de la naturaleza, propone revalorizar los períodos de inactividad —sean forzados o voluntarios— como etapas necesarias para reorganizar prioridades y procesar el malestar, alejándose de la lógica de la optimización constante.

El descanso como recuperación activa

May destaca que estos momentos de pausa no deben verse como tiempos muertos, sino como espacios regenerativos. Su propuesta coincide con la de Pang, quien desde la neurociencia apoya la idea del “descanso deliberado”: pausas que no detienen el proceso, sino que lo alimentan al mejorar la concentración, la creatividad y la toma de decisiones.

Pero para que este enfoque funcione, también se necesitan límites externos claros. El psicólogo deportivo David Eccles explica que descansar incluye no sentirse obligado a cumplir con expectativas ajenas. Esto significa defender el tiempo personal frente a las demandas externas, ya sean laborales, sociales o tecnológicas.

Este tipo de descanso, más profundo y estructurado, requiere tanto voluntad individual como apoyo institucional. De lo contrario, el autocuidado corre el riesgo de convertirse en otra tarea más en la lista de obligaciones personales.

El derecho a desconectarse y su impacto social

Algunos países ya están reconociendo legalmente la importancia de establecer límites. Australia, por ejemplo, recientemente aprobó una ley que otorga a los trabajadores el “derecho a desconectarse”, estableciendo sanciones para empleadores que no respeten los horarios fuera del trabajo.

Esta iniciativa responde a una problemática que se intensificó con el teletrabajo: la dificultad para separar la vida personal de las demandas laborales. Al establecer límites claros, se promueve un descanso más justo, que no dependa únicamente de la autodisciplina individual.

También podría interesarte: Una variable casi ignorada empieza a destacar en el estudio del sueño

Así, el descanso comienza a ser visto no como una señal de debilidad, sino como un recurso necesario para sostener el bienestar en un mundo acelerado. Reaprender a pausar, a desconectarse y a habitar el silencio puede ser clave para recuperar el equilibrio entre productividad y salud mental.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados