El mito del “detox de dopamina”: qué dicen los expertos
La dopamina es un neurotransmisor esencial para funciones como el placer, la memoria y el sueño, y no es algo que pueda “reiniciarse” con ayunos digitales.
CIUDAD DE MÉXICO.- En redes sociales circula cada vez más una teoría que promueve hacer un “detox” de dopamina. Según esta tendencia, alejarse de estímulos como redes sociales, videojuegos o incluso ciertas comidas ayudaría a recuperar la motivación, mejorar la energía y alcanzar una especie de “reseteo” cerebral. De acuerdo con publicaciones como GQ, esta práctica promete desde aliviar el cansancio mental hasta reavivar el entusiasmo por la vida cotidiana.
El mito del “detox de dopamina”: qué dicen los expertos
Sin embargo, especialistas médicos advierten que esta moda no tiene respaldo científico. Instituciones reconocidas como la Cleveland Clinic y el Hospital Houston Methodist coinciden en que la dopamina no funciona como una toxina de la que uno deba “desintoxicarse”. “Nuestros cerebros están programados para buscar comportamientos que liberen dopamina”, señala la Cleveland Clinic, pero eso no significa que se sature ni que se pueda “reiniciar” como si fuera un sistema electrónico.
La dopamina es un neurotransmisor fundamental producido naturalmente por el cerebro. Su función principal está asociada al sistema de recompensa, es decir, al mecanismo que nos motiva a repetir conductas esenciales para la supervivencia, como comer, competir o relacionarnos. También cumple un rol clave en procesos como el aprendizaje, la memoria, el sueño y la regulación del estado de ánimo.
Cuando hay desequilibrios de dopamina
Aunque no existe una enfermedad oficialmente llamada “deficiencia de dopamina”, sí se sabe que sus niveles pueden fluctuar. Cuando están bajos, pueden aparecer síntomas como fatiga, falta de motivación, problemas de concentración, cambios de humor e incluso insomnio, según el Hospital Houston Methodist.
En casos más graves, desequilibrios dopaminérgicos se han asociado con trastornos neurológicos como el Parkinson. Pero los especialistas advierten que estos síntomas también pueden tener muchas otras causas y que es importante evitar el autodiagnóstico. Atribuir todo al nivel de dopamina sin una evaluación profesional puede llevar a confusiones y tratamientos inadecuados.
La idea de que estamos “sobrecargados” de dopamina por el uso excesivo de pantallas o estímulos digitales es, según los expertos, un malentendido. La propuesta del “detox de dopamina” se basa en una simplificación excesiva del sistema cerebral. “No hay evidencia de que ningún suplemento o desintoxicación modifique la cantidad de dopamina en el cerebro”, explicó el neurólogo Dr. William Ondo al Houston Methodist.
Lo que realmente ayuda al equilibrio dopaminérgico
Lejos de las soluciones rápidas que abundan en internet, los especialistas coinciden en que hay formas sencillas, seguras y comprobadas de favorecer una buena producción de dopamina. Una de las principales recomendaciones es el ejercicio físico regular, que ayuda de forma natural a liberar esta sustancia, al igual que otras asociadas con el bienestar, como la serotonina.
También es importante llevar una alimentación balanceada. Nutrientes como el magnesio —presente en semillas, legumbres y vegetales de hoja verde— pueden contribuir al proceso de producción de dopamina. Además, reservar momentos para el descanso, la recreación y el disfrute personal activa de manera saludable los mecanismos cerebrales de recompensa.
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La clave, según instituciones como la Cleveland Clinic, está en mantener hábitos saludables, no en seguir modas virales. Aunque el “detox de dopamina” suene atractivo, no sustituye el conocimiento médico ni la complejidad del sistema neurológico. En lugar de confiar en trucos digitales, lo mejor es apostar por cambios sostenibles en el estilo de vida. ¿La buena noticia? No se necesita un retiro extremo, sino constancia y cuidado diario.