Desafío extremo: YouTuber pasa cinco días sin sentarse para probar los efectos en su salud
Aunque fue más productivo y mejoró su digestión, sufrió dolores en piernas, espalda y articulaciones, además de fatiga y aumento de peso.

CIUDAD DE MÉXICO.- Diversos estudios han advertido sobre los riesgos de pasar muchas horas sentado. Entre las consecuencias más comunes están el sobrepeso, problemas en la espalda y circulación deficiente. Por ello, especialistas recomiendan mantenerse de pie al menos de dos a cuatro horas durante la jornada laboral. Inspirado por estas advertencias, el youtuber Lucas Ball, conocido como Pigmie, decidió llevar esta idea al extremo: no sentarse en absoluto durante una semana.
Un experimento inspirado en recomendaciones médicas
Las reglas que se impuso fueron claras: podía acostarse por exactamente ocho horas cada noche, pero durante el resto del tiempo debía mantenerse de pie o en movimiento. Esto incluyó momentos tan cotidianos como ir al baño, ver televisión o incluso viajar en auto, donde evitó que su trasero tocara el asiento. El objetivo era evaluar cómo esta rutina afectaría tanto su cuerpo como su mente.
Desde el inicio, Ball explicó su motivación: “Permanecer sentado tanto tiempo puede causar dolor de espalda, mala postura, problemas en las articulaciones y en la circulación”. Para facilitar el reto, compró un escritorio de pie de bambú, que no solo le ayudó a adaptarse sino que también aumentó su productividad, ya que, según él, estar de pie evitaba distracciones.
Fatiga, hambre constante y dolores físicos
Durante los primeros días, el reto parecía manejable. Ball caminaba para hacer mandados, comía y trabajaba sin sentarse, e incluso hacía ejercicio de pie. Sin embargo, para el tercer día, el desgaste comenzó a notarse. “Me dolían mucho las piernas y los pies. Sentía que mi postura de pie empezaba a decaer”, comentó en uno de sus videos. Además, la fatiga física venía acompañada de un apetito inusual: “Comía todo el día, probablemente por el esfuerzo extra que hacía”.
La falta de descanso comenzó a afectar también su sueño. Aunque podía acostarse por las noches, le costaba dormir por las molestias en las piernas. El cansancio acumulado y el dolor lo llevaron a terminar el reto antes de lo planeado: cinco días después de haber comenzado.
Tras abandonar el experimento, Ball notó que su postura había cambiado. Su espalda alta estaba encorvada, aunque su espalda baja parecía haber recuperado algo de curvatura natural. También experimentó dolor en caderas y rodillas, y subió un kilo, probablemente por el exceso de comida con el que intentaba distraerse del malestar físico.
Lecciones aprendidas y limitaciones del método
A pesar del agotamiento, Ball destacó algunos beneficios del experimento: su digestión mejoró y calculó que fue 30% más productivo en el trabajo. Sin embargo, también reconoció que mantenerse de pie sin pausas no es una solución ideal. “Lo que haré ahora es estar de pie por unas horas en la mañana y luego cambiar de posición cuando empiece a sentirme cansado”, dijo mientras se sentaba por primera vez en cinco días.
El caso de Pigmie refleja un punto clave que también subrayan los expertos: no basta con dejar de sentarse. Estudios recientes indican que estar de pie todo el día tampoco mejora la salud cardiovascular a largo plazo, y podría aumentar el riesgo de problemas circulatorios como várices o coágulos. Por ello, lo recomendable es alternar entre estar sentado, de pie y moverse.
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En conclusión, aunque los escritorios de pie pueden mejorar la postura y la concentración, también pueden provocar fatiga si se usan de manera excesiva. La clave, según los especialistas, está en el equilibrio: hacer pausas activas, estirarse con frecuencia y cambiar de postura durante el día. La experiencia de Lucas Ball sirve como un recordatorio curioso —y algo doloroso— de que hasta las buenas ideas pueden volverse perjudiciales si se llevan al extremo.