Día Mundial de la Risa: una celebración de salud y bienestar emocional

CIUDAD DE MÉXICO.- Cada primer domingo de mayo se celebra el Día Mundial de la Risa, una iniciativa que busca destacar los beneficios físicos, emocionales y sociales de reír. Esta efeméride fue impulsada en 1998 por el médico indio Madan Kataria, creador del Yoga de la Risa, una práctica que mezcla respiración profunda con risas inducidas que, en grupo, suelen convertirse en risas genuinas.

Día Mundial de la Risa: una celebración de salud y bienestar emocional

Lejos de ser solo un gesto simpático, la risa tiene un profundo impacto en el bienestar. El reconocido neurólogo y psiquiatra Viktor Frankl la describía como una forma de pararse ante el mundo, una actitud que ayuda a sobrellevar la existencia. La doctora Gabriela González Alemán, experta en genética del comportamiento, refuerza esta idea al explicar que sonreír activa áreas cerebrales vinculadas con la felicidad y puede contrarrestar los efectos de la queja constante.

Según González Alemán, al reír se liberan endorfinas y dopamina, sustancias que generan placer y bienestar. Estos químicos cerebrales ayudan a cortar el ciclo negativo de pensamientos, creando un “círculo virtuoso” que favorece una mentalidad más positiva. Reír, entonces, no es solo un acto espontáneo, sino una herramienta poderosa para mejorar la salud emocional.

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El humor desde el psicoanálisis: liberar tensiones y resignificar lo reprimido

Desde la mirada psicoanalítica, la risa también tiene un rol central. La psicóloga y escritora Florencia Casabella sostiene que Freud consideraba al humor como una válvula de escape emocional. Para el padre del psicoanálisis, el chiste es una formación del inconsciente que permite decir lo que no se puede expresar abiertamente, utilizando mecanismos como el doble sentido y la condensación.

Casabella remarca que el humor ayuda a integrar lo reprimido y a resignificar experiencias traumáticas, actuando como defensa frente a lo doloroso. La clave está en que, al reír, no solo se alivia el cuerpo sino también se fortalece la estructura psíquica. Según Freud, el humor permite enfrentar la realidad sin negarla, obteniendo placer donde normalmente habría sufrimiento.

Además, para que un chiste sea considerado como tal, debe generar risa en el otro. Por eso, la validación social es fundamental. Si no provoca risa, pierde su valor simbólico y puede incluso interpretarse como ofensivo. Así, la risa se convierte en un fenómeno compartido, que une, libera y comunica.

La ciencia detrás de la risa: un proceso con múltiples beneficios

La risa tiene efectos positivos comprobados a nivel fisiológico. El neurólogo Roberto Schieffelbein señala que reír activa áreas cerebrales como la amígdala, el hipocampo y el lóbulo prefrontal, todas relacionadas con las emociones y la interpretación de la realidad. A la vez, estimula el sistema nervioso autónomo y mejora funciones cardiovasculares, respiratorias e inmunológicas.

Cuando reímos, el cuerpo libera endorfinas, sustancias que actúan como analgésicos naturales y generan una fuerte sensación de bienestar. También se ha comprobado que la risa fortalece el sistema inmune, lo que ayuda al organismo a defenderse mejor de enfermedades. Incluso, se ha propuesto que las neuronas espejo están involucradas en el contagio de la risa, similar a lo que ocurre con el bostezo.

En tiempos de alta exigencia y competitividad, estos beneficios cobran especial relevancia. La risa no solo mejora el estado de ánimo momentáneamente, sino que puede ser una aliada para prevenir y reducir el impacto del estrés crónico. Por eso, integrarla en la vida diaria no es trivial: puede marcar una gran diferencia.

La risa en la vida moderna: una aliada subestimada

En la actualidad, las exigencias sociales, la falta de tiempo y el estrés afectan directamente la frecuencia con la que reímos. El doctor Schieffelbein advierte que vivimos en un contexto que atenta contra la risa y, en consecuencia, contra la felicidad. Problemas como la ansiedad, la hipertensión o los trastornos del sueño pueden relacionarse con la falta de bienestar emocional.

La sociedad actual, muchas veces marcada por la autocensura y la corrección política, limita también las formas de expresión del humor. Casabella destaca que, aunque el humor sigue cumpliendo su función psíquica, se ha transformado. Chistes que antes provocaban risa hoy pueden generar rechazo, lo que hace que muchas personas repriman esta forma de liberar tensiones.

Aun así, el humor sigue siendo una herramienta de supervivencia emocional. Reírse de lo difícil, aunque parezca inapropiado, puede ser una forma de procesar el dolor. Recuperar el sentido del humor no solo es saludable: es un acto de resistencia ante la adversidad cotidiana.

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El poder de la incongruencia y lo inesperado en la risa

¿Qué provoca una carcajada? La respuesta es tan variada como subjetiva. Schieffelbein explica que las situaciones absurdas, los desenlaces inesperados y las incongruencias suelen ser grandes detonantes del humor. También hay personas que, bajo estrés extremo, reaccionan con ataques de risa, una respuesta emocional que permite liberar tensión acumulada.

Algunos antropólogos consideran que la risa tiene una función social: puede servir para reforzar la cohesión grupal o excluir a quienes no se ajustan a las normas. La burla, aunque tiene un lado negativo, cumple ese rol de marcar límites dentro de un grupo. Sin embargo, no todo humor es excluyente: también puede unir, sanar y aliviar.

En definitiva, como afirma Casabella, lo que resulta gracioso muchas veces es aquello que no se puede decir directamente. La risa, entonces, aparece como una forma disfrazada de expresar lo prohibido, generando un alivio que va más allá del cuerpo: reír también cura el alma.

Un recurso vital para tiempos difíciles

La risa es mucho más que un gesto espontáneo. Es una expresión humana con profundo impacto en la salud física, emocional y social. Desde su función psíquica hasta su efecto en el sistema inmune, los beneficios de reír están respaldados tanto por el psicoanálisis como por las neurociencias.

En un mundo cada vez más estresante, recuperar la capacidad de reír es fundamental. No se trata solo de buscar momentos graciosos, sino de permitir que el humor sea una herramienta para vivir mejor. Como dijo Freud, reírse de una situación difícil no la borra, pero permite enfrentarla con otra actitud.

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Así, el Día Mundial de la Risa no es solo una excusa para pasarla bien: es un recordatorio de que, a veces, lo más simple puede ser lo más poderoso. Reír no resuelve todos los problemas, pero sin duda ayuda a sobrellevarlos con un poco más de ligereza.