Universidad britanica abre un curso contra la “telefonofobia”: el miedo a las llamadas telefónicas genera ansiedad en la Gen Z
Este miedo, vinculado a la ansiedad social, provoca incomodidad emocional y síntomas físicos como mareos y tensión muscular.

CIUDAD DE MÉXICO.- La generación Z, compuesta por jóvenes nacidos entre finales de los 90 y principios de los 2000, ha mostrado una particular aversión a las llamadas telefónicas. Para estos jóvenes, comunicarse mediante redes sociales o mensajes de texto es mucho más cómodo que sostener una conversación de voz a voz. Estudios recientes asocian esta fobia telefónica, conocida como telefonofobia, con la ansiedad social, derivada del miedo al juicio o la humillación.
Este temor ha llegado a tal punto que muchos prefieren evitar situaciones complicadas, como rupturas amorosas, recurriendo a mensajes de texto en lugar de enfrentar una conversación directa. Kean, de 26 años, defendió esta práctica digital señalando que “ahorra una charla muy incómoda”. Además, muchos jóvenes consideran que las llamadas son demasiado formales, algo poco habitual en su entorno.
El origen de la ansiedad telefónica
La telefonofobia no sólo genera incomodidad emocional, sino también síntomas físicos como náuseas, aumento del ritmo cardiaco, mareos y tensión muscular. Este pánico por responder o realizar una llamada también puede generar pensamientos obsesivos sobre lo que se dirá durante la conversación.
Ante esta situación, Nottingham College, en el Reino Unido, decidió intervenir ofreciendo un curso específico para ayudar a los jóvenes a enfrentar su miedo al teléfono. Liz Baxter, asesora de carreras de la institución, declaró a la BBC que la ansiedad telefónica es un problema recurrente y que muchos jóvenes simplemente carecen de la confianza para usar el teléfono de manera efectiva.
Una solución práctica
El curso de Nottingham College incluye sesiones prácticas en el aula, donde los estudiantes mejoran sus habilidades telefónicas mediante actividades de rol. Estas dinámicas incluyen responder preguntas frecuentes en entrevistas y realizar llamadas a negocios locales para obtener información sobre horarios o disponibilidad de productos.
Según Baxter, estos ejercicios ayudan a los alumnos a ampliar sus límites de manera gradual y controlada. Estudiantes como Donna, de 16 años, admiten que sienten ansiedad al recibir llamadas porque en su generación está más normalizado el uso de mensajes de texto, y una llamada suele percibirse como una emergencia.
Confianza y cambios de hábitos
Otros estudiantes, como Evie, de 17 años, afirman que solo llaman a sus padres, ya que consideran que comunicarse por teléfono con otras personas resulta demasiado formal. Esta falta de costumbre en la comunicación oral es un rasgo común entre los jóvenes de esta generación.
Kyle Butterworth, de 28 años, compartió su experiencia superando la telefonofobia, y aconsejó a los jóvenes que “se sientan en control de la situación” y se preparen antes de iniciar una llamada. Según él, con el tiempo, la fluidez en las conversaciones telefónicas llega de manera natural.
El esfuerzo de Nottingham College por combatir la telefonofobia podría ser una solución efectiva para ayudar a los jóvenes a adquirir una habilidad fundamental en la vida personal y profesional, devolviendo la confianza a una generación que prefiere textear antes que hablar.
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