Encuentran fósil de un “ave del terror” en Colombia: medía 3 metros de altura
Hace millones de años, Sudamérica albergaba a los phorusrhacidae, conocidas como “aves del terror”, grandes depredadores no voladores que dominaban la cadena alimentaria.

COLOMBIA.- Hace millones de años, el continente sudamericano fue hogar de impresionantes criaturas que dominaban su entorno. Entre ellas, se destacaron los phorusrhacidae, conocidos popularmente como “aves del terror”. Estas enormes aves no voladoras, que alcanzaban alturas superiores a los 2.5 metros, contaban con picos afilados y cuerpos ágiles, características que las posicionaban en la cima de la cadena alimentaria.
Recientemente, en el sitio de La Venta, en Colombia, se ha descubierto un fósil de una de estas aves del terror, el cual podría pertenecer a una especie aún desconocida. El hallazgo, publicado en la revista Papers in Palaeontology por el investigador Federico Degrange y su equipo, brinda nuevos datos sobre la diversidad de estas aves y su capacidad de adaptación a diferentes climas y entornos, incluyendo zonas tropicales y húmedas que contrastan con las planicies áridas de Argentina y Brasil, donde se han encontrado la mayoría de los fósiles de estas aves.
Un depredador tropical
Durante buena parte de la era Cenozoica, los phorusrhacidae reinaron en Sudamérica como los principales depredadores terrestres. Estos gigantes se diversificaron en varias especies que variaban en tamaño y peso, desde los 5 hasta los 150 kilogramos, lo que les permitió ocupar distintos nichos ecológicos. La mayoría de los fósiles de estas aves se habían encontrado en Argentina, pero el reciente hallazgo en Colombia amplía el rango geográfico de estos depredadores.
El fósil de La Venta, un fragmento de tibiotarso (hueso de la pierna), representa el primer registro de un ave del terror en el norte de Sudamérica. Según los investigadores, esto indica que estas aves lograron adaptarse a los ecosistemas tropicales hace aproximadamente 12 millones de años. Este entorno contrastaba con los hábitats áridos del sur, lo que sugiere una notable flexibilidad en su capacidad de adaptación.
Ecosistemas y competencia
El descubrimiento en La Venta sugiere que estas aves compartieron su entorno con otros grandes depredadores, como el Purussaurus neivensis, un cocodrilo gigante de nueve metros que también dominaba los humedales de la época. Marcas de dientes encontradas en el fósil del ave indican que existieron interacciones entre ambas especies, aunque se desconoce si el Purussaurus cazó al ave del terror o si simplemente consumió sus restos.
Este tipo de hallazgos permite a los paleontólogos entender mejor las complejas interacciones entre depredadores en los ecosistemas tropicales del pasado. Además, ofrece una visión más completa de cómo las “aves del terror” competían en su entorno y lograban mantenerse como predadores dominantes en una época en la que los mamíferos carnívoros aún no tenían un rol preponderante en Sudamérica.
Misterios de la extinción
Aunque estas aves dominaron sus ecosistemas durante millones de años, su historia terminó con su extinción. Se cree que cambios ambientales y climáticos durante el Pleistoceno, hace menos de 12,000 años, alteraron sus hábitats y contribuyeron a su desaparición. Sin embargo, los factores exactos que llevaron a la extinción de estas aves del terror siguen siendo un misterio para la ciencia.
El equipo de Degrange espera que el hallazgo en La Venta proporcione nuevas pistas sobre la ecología de los phorusrhacidae y su respuesta a los cambios ambientales. Estos fósiles podrían ofrecer detalles cruciales para entender cómo los cambios geográficos y climáticos afectaron a las especies de aquella época y las llevaron a su desaparición.
Una ventana al pasado
Este descubrimiento en Colombia es una pieza clave para los paleontólogos, quienes continúan investigando el papel de los phorusrhacidae en los ecosistemas antiguos y su relación con otras especies de la época. A medida que se encuentran más fósiles, se amplía el conocimiento sobre estos enigmáticos depredadores y el ecosistema que alguna vez prosperó en los trópicos sudamericanos.
También podría interesarte:
La historia de las “aves del terror” nos recuerda la riqueza y diversidad de vida que existió en Sudamérica durante el Mioceno, un período donde los trópicos eran un hogar vibrante de megafauna y biodiversidad. Con cada nuevo hallazgo, la historia de estos gigantes olvidados se vuelve más clara, ofreciendo a la ciencia una visión única de los ecosistemas prehistóricos y los retos que enfrentaron las especies en su lucha por la supervivencia.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí