Niños atendidos por agresiones sexuales mencionaron que las redes sociales facilitaron su comunicación con sus agresores

CIUDAD DE MÉXICO.- Durante la 2024 American Academy of Pediatrics National Conference and Exhibition en Orlando, investigadores presentarán un estudio alarmante que indica que un porcentaje significativo de niños está siendo víctima de depredadores a través de redes sociales. A pesar de que muchos padres no permitirían que sus hijos visiten bares o clubes nocturnos, muchos sí les permiten el acceso a plataformas digitales donde se han documentado casos de abuso sexual. Entre 2018 y 2023, aproximadamente el 7% de los niños de entre 10 y 18 años que fueron atendidos por agresiones sexuales en un hospital de California reportaron que las redes sociales facilitaron su comunicación con sus agresores. Este número aumenta a un 12% cuando se consideran solo los casos de agresiones cometidas por personas no relacionadas con las víctimas.

La media de edad de las víctimas en este estudio fue de 13 años, con un 89% de ellas siendo niñas. Asimismo, se reveló que alrededor del 80% de los perpetradores eran hombres adultos. La autora principal del estudio, la doctora Shalon Nienow, señala que la investigación adicional sugiere que el porcentaje de agresiones sexuales por parte de conocidos en apps de redes sociales ha aumentado significativamente en los últimos años.

El papel de la comunicación en la prevención

La doctora Nienow, directora médica del Chadwick Center for Children and Families en Rady Children’s Hospital-San Diego, advirtió que las redes sociales, al ser una forma de comunicación tan común entre los jóvenes, pueden crear una falsa sensación de seguridad. “En muchos casos de agresión sexual por conocidos, las redes sociales juegan un papel crucial en la conexión entre las víctimas y sus agresores”, comentó. Esta realidad subraya la importancia de que los padres mantengan diálogos abiertos con sus hijos sobre la seguridad en línea y la importancia de establecer límites.

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Expertos, como Anna Akerman, profesora asociada en la Universidad Adelphi, enfatizan que las conversaciones sobre el acoso sexual deben ser parte de la crianza moderna. “Las adolescentes sexualmente victimizadas a menudo se sienten reacias a compartir sus experiencias por culpa, miedo y vergüenza”, explicó Akerman. Los padres deben educar a sus hijos sobre cómo los depredadores pueden contactarlos en línea y la importancia de pedir permiso antes de encontrarse con alguien que conocieron a través de internet.

Estrategias para proteger a los menores

Una parte fundamental de la seguridad en línea es que los padres estén al tanto de las cuentas que sus hijos utilizan. Muchos consideran que es una invasión de la privacidad, pero Nienow señala que el uso de redes sociales es un privilegio que conlleva responsabilidades. Recientemente, Instagram implementó nuevas características de seguridad que permiten a los padres ver con quiénes han estado mensajando sus hijos, ofreciendo una manera de supervisar sus interacciones sin invadir su privacidad.

Los nuevos ajustes en Instagram permiten que los usuarios menores de 18 años solo reciban mensajes de personas con las que ya están conectados. Sin embargo, adolescentes de 16 a 17 años tienen la opción de cambiar esta configuración, lo que hace crucial que los padres se aseguren de que sus hijos no la modifiquen y que hayan reportado correctamente su edad para que sus cuentas se marquen como cuentas juveniles.

Educando sobre el contenido apropiado

Además de monitorear las interacciones, los padres deben prestar atención al tipo de contenido que sus hijos publican. Akerman advierte que muchos adolescentes ponen en riesgo su seguridad al compartir imágenes o palabras que pueden ser interpretadas como provocativas. “A menudo, los jóvenes no son conscientes de las implicaciones de sus comunicaciones”, destacó.

Una forma en que los adolescentes pueden comprometerse es al publicar imágenes sexualizadas de sí mismos, buscando obtener “me gusta”. Es vital que los padres aborden este tema y expliquen cómo tales publicaciones pueden atraer la atención no deseada de depredadores. Asimismo, se recomienda que los padres supervisen las publicaciones de sus hijos en redes sociales.

El desafío de la comunicación abierta

Sin embargo, es importante reconocer que los niños pueden encontrar maneras de eludir las reglas y salvaguardias impuestas por sus padres. Un testimonio revela cómo una adolescente compartió imágenes que su madre le había prohibido al utilizarlas en otra plataforma, lo que resultó en que dichas fotos fueran reposted en cuentas relacionadas con el tráfico de personas. Afortunadamente, la niña buscó ayuda de su madre, pero muchos jóvenes temen acudir a sus padres por miedo a represalias.

Este fenómeno resalta la necesidad de que los padres generen un ambiente donde los hijos se sientan seguros de hablar sobre sus errores o situaciones incómodas. La comunicación temprana y abierta sobre autonomía corporal y consentimiento puede ayudar a establecer un sentido de confianza mutua.

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Cerrando la brecha de comunicación

La capacidad de los depredadores para conectarse con niños a través de redes sociales es una amenaza real. Sin embargo, hay formas sensatas en que los padres pueden ayudar a sus hijos a protegerse. Akerman concluye que al monitorear el uso de plataformas y mantener diálogos saludables sobre los riesgos, se puede mitigar esta amenaza en constante evolución. La educación y la comunicación son claves para que los jóvenes naveguen por un entorno digital cada vez más complicado.