Logran extirpar un tumor cerebral sin afectar las funciones cognitivas y emocionales del paciente

MADRID.- Un equipo de neurocirujanos del Hospital Universitario Quirónsalud en Madrid ha llevado a cabo una intervención pionera que logró extirpar un tumor cerebral sin afectar las funciones cognitivas y emocionales del paciente. La cirugía se realizó en tres fases, una de ellas con el paciente despierto, para salvaguardar áreas del cerebro relacionadas con la empatía y la toma de decisiones. Este enfoque permitió no solo la resección del tumor, sino también preservar la calidad de vida posterior del paciente.

El tumor, ubicado en el cíngulo derecho, una región clave para la conexión entre el sistema límbico y la corteza frontal y temporal, representaba un riesgo significativo para funciones emocionales y motoras. Según el Dr. Santiago Gil-Robles, jefe del Servicio de Neurocirugía, la zona afectada participa en una amplia gama de actividades, incluyendo el control motor de la pierna, el procesamiento emocional y la autoconciencia. Por esta razón, el equipo implementó un método cuidadoso para minimizar cualquier posible daño.

Resonancia magnética funcional y mapeado cerebral

Previo a la intervención, los médicos realizaron un mapeado cerebral utilizando resonancia magnética funcional. Esta técnica permitió identificar las áreas cerebrales implicadas en la empatía y la movilidad del paciente. Mediante pruebas de empatía y movimiento, se mostraron las zonas de activación cerebral, ayudando a los neurocirujanos a determinar qué partes del cerebro debían preservarse durante la cirugía.

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La Dra. Mar Jiménez, jefa asociada del Servicio de Diagnóstico por Imagen, explicó que durante el mapeo el paciente fue sometido a un test visual para medir su respuesta emocional, viendo imágenes de rostros con diferentes expresiones. Este análisis detallado permitió identificar las áreas críticas y evitar daños durante la resección del tumor.

Cirugía en tres fases para mayor precisión

La intervención quirúrgica se llevó a cabo en tres fases. En la primera, el paciente fue sedado mientras se preparaba el acceso al cerebro. En la segunda fase, el paciente fue despertado para realizar nuevamente el test de empatía y las pruebas de movilidad, asegurándose de que la resección no afectara su comportamiento o funciones motoras. Este tipo de cirugía, conocida como cirugía con el paciente despierto, permite ajustar el procedimiento en tiempo real.

Finalmente, en la tercera fase, el paciente fue sedado de nuevo para completar la intervención. La neurocirujana Cristina Aracil explicó que el objetivo es resecar el mayor volumen posible del tumor sin comprometer las funciones del paciente, maximizando así su pronóstico a largo plazo.

Mejora en la calidad de vida

Este innovador enfoque quirúrgico no solo reduce el riesgo de que el tumor reaparezca o se vuelva más agresivo, sino que también protege la identidad del paciente. El glioma extirpado es un tipo de tumor de bajo grado que, aunque de crecimiento lento, puede volverse maligno si no se trata de manera adecuada. Según la Dra. Aracil, la precisión en la extirpación es clave para mejorar la calidad de vida del paciente a largo plazo.

La preservación de las funciones emocionales es fundamental, ya que daños en las conexiones entre el sistema límbico y la corteza frontal podrían afectar la capacidad del paciente para identificar y comprender las emociones de otras personas, lo que impactaría negativamente su vida social y su interacción con los demás.

Un avance en la neurocirugía moderna

Este tipo de intervención marca un hito en la neurocirugía al integrar un enfoque multidisciplinario que combina técnicas avanzadas de imagen y una cirugía cuidadosa, centrada en proteger funciones cerebrales clave. Anteriormente, este tipo de cirugías solo se realizaba en casos de lesiones motoras, pero ahora se está ampliando para preservar también las funciones emocionales.

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El equipo del Hospital Quirónsalud ha demostrado que es posible extirpar tumores complejos sin comprometer las funciones vitales del cerebro, lo que supone un avance significativo en la medicina y abre nuevas posibilidades para el tratamiento de patologías neurológicas.